La presidenta argentina Cristina Fernández afirmó este lunes que en el resto de su mandato hasta 2011 se propone "hacer honor" a la memoria y el Gobierno de su fallecido marido y antecesor en la presidencia Néstor Kirchner (2003-2007), que murió el miércoles a los 60 años.
La mandataria peronista compareció vestida de luto y muy emocionada, casi al borde de las lágrimas en varios pasajes, durante su primer discurso tras enviudar, transmitido a todo el país por cadena nacional de radio y televisión.
"Mi vida cambio en forma definitiva. Es el dolor más grande que he tenido en mi vida: la pérdida de mi compañero de vida, de lucha, de ideales, una parte mía se fue con él y está en Río Gallegos", confió la jefa de Estado.
Kirchner fue inhumado el viernes en el panteón familiar del cementerio de la ciudad de Río Gallegos, ubicada 2.700 kilómetros al sur de Buenos Aires, donde el ex presidente había nacido en 1950.
Pero enseguida la Presidenta advirtió que no pretendía usar la cadena nacional "para terapia emocional", sino con fines de "agradecer" a todos quienes "quisieron despedir" a Kirchner en un multitudinario funeral, que duró 26 horas ininterrumpidas, y entregaron una "formidable muestra de cariño y de amor".
"No voy a ser humilde. Voy a decir que él se lo merecía", acotó.
Fernández también admitió que siente "una inmensa responsabilidad" porque "de mí depende la suerte de todos los argentinos", pero a partir de ahora, añadió, "siento otra gran responsabilidad que es la de hacer honor a su memoria y a su gobierno".
Primer día de actividades
El discurso cerró el primer día de actividad de la Presidenta, tras la muerte de Kirchner. Recibió a nuevos embajadores en la Casa Rosada y, luego, se reunió con el ministro de Economía, Amado Boudou.
Esta última reunión fue transmitida por televisión, un hecho inédito que ha sido interpretado por los analistas como un espaldarazo a Boudou frente a los rumores de un posible cambio de ministro.
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