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miércoles, 20 de octubre de 2010

La visita del Papa cortará cinco días el tráfico en la Sagrada Familia

Los vecinos del entorno de la Sagrada Familia empezarán a notar la visita del Papa casi una semana antes. Concretamente dentro del perímetro donde se colocarán 36.000 sillas para seguir la ceremonia desde la calle: en las ocho manzanas que rodean el templo y en la avenida de Gaudí, hasta el hospital de Sant Pau. Los preparativos en esa área y la colocación de vallas empezarán el lunes anterior, 1 de noviembre.

Dos días más tarde, el 3, se cortarán al tráfico las manzanas más próximas al templo: entre Sicília y Marina, y Mallorca y Provença. Los vecinos serán los únicos que podrán moverse en vehículo dentro de ese perímetro hasta las 0.00 horas del domingo día 7. Desde ese momento y hasta que se desmonte todo el dispositivo de la visita del Papa a la Sagrada Familia no se permitirá la circulación. El 7 de noviembre moverse caminando por las ocho manzanas y la avenida de Gaudí solo estará permitido a las personas que puedan acreditar que viven o trabajan en esa zona.Esos fueron algunos de los detalles explicados en una reunión que mantuvieron técnicos del Ayuntamiento con representantes de la asociación de vecinos de la Sagrada Familia.Todos los residentes y comerciantes de esa área recibirán la próxima semana un folleto del Consistorio donde se les explicarán las afectaciones y cómo convivir con ellas.

El perímetro de las siete manzanas que rodean el templo y la avenida de Gaudí hasta Sant Pau -donde se ubicarán 40.000 personas con invitación para seguir la ceremonia desde la calle- quedará blindado desde las cero horas del domingo 7 de noviembre. No se podrá aparcar en la calle, se retirarán los contenedores y se anularán las paradas del Bicing. La estación de Sagrada Família de las dos líneas de metro -la 2 y la 5-quedará anulada. Esos fueron otros detalles facilitados a los representantes de la asociación de vecinos.

Precisamente la ampliación del perímetro de calles donde se podrá seguir la ceremonia de la dedicación de la iglesia de la Sagrada Familia en pantallas ha provocado un encarecimiento de los gastos previstos. El arzobispo Lluís Martínez Sistach afirmó ayer que la parte que les corresponde a ellos será de unos 700.000 euros, frente a los 500.000 de salida. En el caso de las Administraciones, las cuatro -Ayuntamiento, Generalitat, Diputación y Gobierno central- calculan que cada una aportará 150.000 euros, cifra que no incluye los dispositivos especiales de seguridad durante la visita del Papa. Sistach concretó que en las calles adyacentes al templo en las que se seguirá la ceremonia con invitación se colocarán 22 pantallas, y 45 en el interior del templo.

El arzobispado está convencido del amplio seguimiento que tendrá la visita del Papa -están confirmados 270 autocares de Cataluña y el resto de España-, aunque no quieren dar cifras. La instrucción dada a las 210 parroquias de la ciudad de cancelar las misas ese domingo seguro que contribuirá a movilizar a miles de fieles. Preguntado por ello, el arzobispo afirmó que esa medida se ha tomado para facilitar la asistencia de los sacerdotes a la dedicación de la Sagrada Familia.

La visita del Papa no despierta fervor en todo el mundo. La federación de asociaciones de cristianos de base Redes Cristianas calificó ayer de "escandalosos" y "opulentos" los viajes que realiza el Papa. Ni calles cortadas, ni aviones, ni séquitos, ni tanta seguridad son necesarios, según Jaume Botey, que ayer presentó el documento crítico de los cristianos de base.


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