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martes, 12 de octubre de 2010

Chile se envuelve de orgullo nacional ante el rescate


Las banderas de Chile ondean desde hace más de una semana por las calles de Copiapó, el municipio al que serán trasladados los mineros cuando salgan de la mina. Alguno de los 33 hombres atrapados comentó ayer a un rescatista que le dolía la mano de firmar autógrafos en las banderas de Chile que les envían decenas de organizaciones y empresas. El país se siente orgulloso de los supervivientes, de los ingenieros que han luchado por sacarlos y del Gobierno que promovió un gigantesco dispositivo de salvamento.

Quedan horas para que comience la mayor operación de rescate de toda la historia de la minería. Los periodistas cruzan rumores sobre el orden en que ascenderán los mineros. Los vecinos de Copiapó se preguntan en qué lugar preferirían ellos salir. Ya se cuenta con que el último de los mineros pasará a la historia como el que más tiempo sobrevivió a un derrumbe en una mina. Y en medio de la excitación, algunos mineros han confesado a sus familiares que les cuesta combatir la ansiedad. Desde arriba se les está enviando más cigarrillos que nunca. Se les ha recomendado en numerosas ocasiones que durante los 15 minutos aproximados que durará el ascenso a la superficie procuren no hiperventilar: la respiración suave y pausada. En todo momento podrán comunicarse a través de auriculares y teléfonos con los médicos de la superficie.

Ayer se efectuó una primera prueba de izaje con la cápsula Fénix 1 en donde se meterán los mineros para subir por el túnel. La jaula vacía recorrió sin problemas 610 metros de los 622 con que cuenta el pozo. Durante la conferencia de prensa que el ministro de minería, Laurence Golborne, ofreció a los compañeros de habla inglesa después de hacerlo en español, alguien le preguntó por qué la cápsula llegó sólo hasta los 610 metros . Y él contestó entre risas que era para que no se subiera en ella ningún minero. Fuentes próximas al rescate indicaron que la broma de Golborne escondía un fondo de verdad. Algunos mineros estaban ansiosos por subir y habían solicitado incluso que no se hiciera ninguna prueba, que se iniciara el rescate directamente. A pesar de eso, el Gobierno siguió con su plan trazado y efectuó varios simulacros con éxito.

Cuando lleguen a la superficie, cada minero podrá ver a los tres familiares que él mismo haya designado. Varias familias del campamento se mostraban ayer convencidas de que el rescate no comenzaría a partir de la medianoche del miércoles , tal como había anunciado el Gobierno, sino hoy mismo. "Nos han convocado para el martes al mediodía y eso es señal de que el rescate será el mismo martes", indicó la familiar de un minero.


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