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domingo, 5 de septiembre de 2010

El juicio argentino a Franco, pendiente de España

Emoción entre las víctimas del franquismo por la reapertura de la causa por genocidio ordenada el viernes por la Sala Segunda de la Cámara Criminal y Correccional Federal de Argentina, que anuló el archivo del caso en ese país. El vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), Santiago Macías, que viajó a Buenos Aires para presentar la querella el pasado 14 de abril, aseguró ayer que tiene "mucha ilusión puesta en este proceso" después de que en España se les hubieran cerrado todas las puertas. "¡Estamos muy contentos!", exclamó.

Respecto a la respuesta que pueda dar el Gobierno español al exhorto que le enviará Argentina por vía diplomática para que aclare si en España ya se está investigando el genocidio franquista, Macías se teme cualquier cosa y lo peor. "Cuando presentamos la querella, José Bono dijo que locos había en todas partes. Si responden que en España ya se ha investigado estarían mintiendo, y todo el que está afectado sabe por qué. Lo único que hay en España es una ley de memoria que da subvenciones a los familiares para que busquen a sus desaparecidos", asegura el vicepresidente de la ARMH. "Si el Gobierno respeta tanto a la justicia como dice, incluso cuando esta toma la decisión que ha tomado sobre el juez Baltasar Garzón, debería respetar también a la justicia argentina, que en este aspecto, ha hecho bastante más que la española", añade.

"Tristeza para siempre"

Pero la alegría no llegó a todos los perjudicados. Darío Rivas, la primera firma en la querella argentina, aseguraba ayer que no podía estar contento por la decisión del tribunal de declarar nulo el archivo de la causa contra Franco. "Esta guerra me ha dejado una tristeza que es para siempre", señaló. Darío, que ha cumplido ya los 90 años, a diferencia de 114.000 familias españolas, no está buscando a ningún desaparecido durante la guerra civil o la dictadura franquista. "Yo ya encontré a mi padre, he cumplido con él, pero hago esto porque siento que es mi obligación defender los derechos humanos de miles de personas, porque son miles", dice.

"Después de tantos años las heridas no se pueden cerrar si no se limpian. En España todavía hay mucha gente con las heridas abiertas, como las madres de 50.000 niños robados", prosigue Rivas. "Yo siempre creí en la justicia argentina. Con este auto podemos seguir avanzando". Después añade: "Estuve con el juez Baltasar Garzón cuando vino a Argentina este verano. Es una buena persona, si le hubieran dejado...". Rivas, las 10 ONG de derechos humanos más importantes de Argentina, la ARMH, y familiares de las últimas víctimas de la dictadura acudieron a los tribunales de Buenos Aires después de que en España se abriera un proceso a Garzón por investigar el genocidio del que se consideran víctimas.

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