
El Solar Impulse ya fue noticia el pasado 7 de abril, cuando completó su primer vuelo de una hora y media. La de hoy es la segunda etapa de un camino que tendría que llevar a circunvolar el mundo con cinco escalas en cinco días dentro de dos años. En caso de completar el viaje, el prototipo pilotado por André Borschberg conseguiría demostrar la fiabilidad de un viaje aéreo nocturno propulsado exclusivamente por energía solar.
En 1981, otro avión solar ultraligero con un piloto a bordo, denominado Solar Challenger y realizado por una empresa estadounidense, voló de Francia a Inglaterra en cinco horas. El cielo nocturno era entonces, sin embargo, una hazaña aún inalcanzable.
El proyecto de Piccard, que pasó a la historia en 1999 cuando dio la vuelta del mundo sin escalas en un globo, ha requerido cinco años de trabajo. Su reto es demostrar el potencial de las energías renovables, promover su utilización y probar el ahorro de energía que puede lograrse gracias a las nuevas tecnología. Le espera un largo viaje.
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