Un eclipse solar parcial podrá apreciarse en Uruguay el domingo, entre las 17.15 y las 17.50 aproximadamente. El eclipse será total en otras regiones del mundo, como el sur del océano Pacífico.
El eclipse solar es la ocultación total o parcial del Sol debido a la interposición de la Luna entre éste y la Tierra. La única condición para que tal fenómeno se produzca es que el Sol y la Luna se encuentren en un mismo nodo o en sus proximidades. De suceder esto, la Luna estará en conjunción con el Sol, y por lo tanto, presentará la fase nueva o novilunio.
Al producirse el fenómeno, tan enigmático para los antiguos, los tres astros Sol, Luna y Tierra quedan perfectamente alineados y en ese orden, por lo cual nuestro satélite natural oculta, como una pantalla oscura, el luminoso disco solar.
Los eclipses solares pueden ser totales, parciales o anulares. El eclipse es parcial cuando el observador está ubicado en la zona de penumbra. Será total si se encuentra situado en el cono de sombra proyectado por la Luna. En tanto, el eclipse será anular cuando el observador sea alcanzado por el anticono de sombra. Esto último sucede cuando la Luna se encuentra en el apogeo.
El Sol dista de la tierra, en promedio, unos 150 millones de kilómetros, mientras que la Luna se encuentra promedialmente a unos 384.000 kilómetros de la Tierra. El eclipse solar es regional y nunca abarca más de un hemisferio, a diferencia del lunar.
FENÓMENOS
Durante el eclipse se registran fenómenos como el cambio del aspecto del cielo, que adquiere otras coloraciones. Si el observador está atento y ubicado a cierta altura, podrá observar, en los últimos instantes, cómo una sombra se desplaza en el horizonte a gran velocidad. El último fragmento del Sol eclipsado es, comúnmente, dividido en puntos luminosos separados, fenómeno conocido como "perlas de Bailly" o rayos en cepillo, debido a las irregularidades del borde lunar.
Luego se hace la oscuridad, pero no debe pensarse en una noche cerrada, sino en una oscuridad similar a la que se percibe media hora después de la puesta del Sol. Durante la totalidad, es posible apreciar la espectacular "corona solar", "protuberancias solares", así como las constelaciones que en ese lapso se encuentren encima del horizonte.
Además, se producen cambios en la temperatura y en las propiedades eléctricas de la capa del aire. También ocurren efectos sobre la ionosfera y las corrientes telúricas. Además, existen consecuencias fisiológicas para los humanos, animales y plantas.
El espectáculo sirve para poner a prueba el grado de superstición de los humanos que lo perciban. Antiguamente era señal de castigos divinos por ciertos actos cometidos por los pueblos.
UNA HISTORIA MILENARIA
Los antiguos chinos interpretaban los eclipses bajo la figura de un monstruoso dragón que, situado en el nodo, trataba de devorar al Sol o la Luna, según el caso.
Los habitantes del imperio chino tocaban, saltaban y tocaban sus gongs para aturdir al dragón con su ruido ensordecedor, para que soltara a su presa sin llegar a devorarla. Para caldeos, babilonios y asirios, habitantes de la antigua Mesopotamia, los eclipses eran considerados como una invasión de demonios y genios maléficos del inframundo.
Los sacerdotes astrónomos, que conocían perfectamente el mecanismo real del fenómeno, afirmaban que mediante sus hechizos los expulsarían, para aumentar su prestigio y poder entre el pueblo.
Los indígenas del Amazonas, hasta tiempos recientes, creían que se "apagaba el Sol" e intentaban impedirlo lanzando miles de flechas encendidas para "prender su fuego".
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