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lunes, 5 de julio de 2010

Dimite un ministro de Berlusconi, dos semanas después de ser nombrado


Una nueva crisis sacude al Gobierno de Silvio Berlusconi. Aldo Brancher, amigo íntimo de 'Il Cavaliere' y nombrado ministro hace sólo 17 días, ha dimitido esta mañana de su cargo. Brancher ha anunciado su renuncia durante la audiencia judicial de un proceso en el que figura como acusado por un delito de apropiación indebida.

De hecho, existen fundadas sospechas de que Berlusconi le hizo ministro para que pudiera beneficiarse de la ley de legítimo impedimento aprobada por su Ejecutivo, y que concede inmunidad judicial a los miembros del mismo (empezando por 'Il Cavaliere' en persona) con el argumento de que sus obligaciones de Gobierno les imposibilitan de acudir a las vistas de un juicio.

El nombramiento de Brancher como ministro de actuación del federalismo (sic) había suscitado las críticas no sólo de la oposición sino también de los aliados de Berlusconi en el Gobierno: desde la Liga del Norte hasta Gianfranco Fini. A todos ellos les resultaba altamente sospechoso que mientras un Ministerio tan importante como el de Desarrollo Industrial se encuentra todavía vacante tras la dimisión hace unas semanas de su titular, Claudio Scajola, acosado también por los problemas judiciales, 'Il Cavaliere' se sacara de la manga un nuevo departamento y colocara al frente del mismo a un amigo con un proceso pendiente.

Y las sospechas se vieron confirmadas cuando, cinco días después de su nombramiento, Brancher se escudó en la ley de legítimo impedimento para evitar la audiencia judicial que tenía el pasado 26 de junio, aduciendo que tenía que organizar el nuevo Ministerio.

Sin embargo la maniobra no pasó desapercibida a la Presidencia de la República, que dejo claro que puesto que el de Brancher era un Ministerio sin cartera, en realidad no tenía nada que organizar y podía acudir a la audiencia.

Brancher se vio obligado a renunciar así a la ley de legítimo impedimento. Pero para entonces el escándalo de su nombramiento ya ocupaba las primeras páginas de todos los periódicos italianos y generaba fuertes tensiones en la coalición de Gobierno que lidera Berlusconi. Ante esa situación, 'Il Cavaliere' presionó a su amigo para que dimitiera. Y esta mañana Brancher le ha complacido.

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