El número de personas extranjeras empadronadas en Cataluña se ha reducido en un 1,39%, lo que equivale a 17.437 personas, por primera vez en doce años, según los cálculos de la Secretaría para la Inmigración de la Generalitat.
El descenso ha sido más notable entre los hombres, un 2%, que entre las mujeres, un 0,6%, y se ha notado, especialmente, en la franja de edad de los 15 a los 29 años.
Sólo aumentan, y muy ligeramente, las franjas de más de 45 años, especialmente, a partir de los 60 años, en correspondencia con los agrupamientos familiares.
Por colectivos extracomunitarios, el grupo que más baja en el número de empadronamientos es el procedente de Ecuador, 3.318 personas menos, seguido por el de Bolivia (2.527), el de Perú (1.296), el de Pakistán (959) y el de China (882).
En cambio, otras nacionalidades como la rumana o la de Marruecos continúan creciendo, aunque a un ritmo menos intenso en comparación a etapas anteriores.
El número total de personas extranjeras empadronadas en Cataluña, con fecha de enero de 2010, se elevaba a 1.234.068, lo que equivale al 16,4 por ciento de la población, dos décimas menos que en julio de 2009.
A juicio del secretario para la Inmigración, Oriol Amorós, este escenario confirma la entrada de un nuevo ciclo migratorio, después de la intensidad de los últimos diez años, con una menor intensidad de entradas y con un ligero retorno a los lugares de origen.
A pesar de ello, Amorós entiende que el trabajo en este ámbito "no está acabado, porque siguen habiendo decenas de miles de entradas, aunque no salen en las estadísticas porque se compensan con las salidas, y porque muchos se quedarán y el reto es su integración".
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