En el primer trabajo de cancha realizado ayer con vistas al partido del próximo miércoles contra Sudáfrica, el entrenador celeste hizo una serie de movimientos con los cuales -como ya es habitual- conformó más de una alineación y apeló a diferentes variantes tácticas en el transcurso de la práctica.
Fue así, entonces, que en determinado momento Tabárez probó con un esquema de 3-5-2, con el que podría intentar contrarrestarse el utilizado por el local, que juega con dos líneas de cuatro, un mediapunta y un velocísimo atacante solitario, para lo cual incluyó a Álvaro Fernández como volante, en lugar de Ignacio González.
El otro planteo que se hizo, muy probablemente -si el trabajo de campo posteriormente satisface a Tabárez- sea el que lleve a cabo Uruguay en su segundo partido en el Mundial, le dio cabida a Cavani en el ataque y a Forlán en la posición de Ignacio González.
Entonces, seguiría la línea de fondo compuesta por Victorino, Lugano y Godín, la misma hilera de mediocampistas del debut (Maximiliano Pereira, Diego Pérez, Arévalo Ríos y Álvaro Pereira); un enganche que sería Forlán y dos atacantes netos con Edinson Cavani acompañando a Luis Suárez.
Con respecto a esto último, como adelantó Ovación, fue algo que ha estado en la mente de Tabárez una vez que el técnico bajó la cortina de sus pensamientos al partido que se empató con Francia y subió la de las reflexiones y especulaciones que todo entrenador hace consigo mismo, aunque parecía que podía desactivarse, o perder cuerpo, en la medida que cuando el tema se manejó en las conversaciones que todo conductor mantiene con sus futbolistas a diario, como parte de la convivencia y de su trabajo, algunos tomaron por sorpresa que pudiera salir del equipo Suárez.
Un rato después del entrenamiento matutino, el propio Tabárez dijo que "puede haber algún cambio, aunque no tenemos una definición y tampoco es seguro que lo haya", pero enseguida dio a entender -en forma implícita- que va a realizar variantes al explicar que "el cambio pasa porque es otro partido, y otro rival con una estructura táctica totalmente diferente a la de Francia, y aunque uno trata de no depender exclusivamente de lo que haga el rival, en cualquier planificación hay que tener en cuenta lo que hace el adversario", por más que luego volvió sobre los pasos de sus propias afirmaciones para advertir que "del plantel de 23 futbolistas van a salir las soluciones, que se pueden tener con modificaciones o también con los mismos hombres que jugaron contra Francia".
Por otra parte, y pese que a lo largo de su segundo proceso como técnico de la selección siempre ha dicho que no quiere "hacer ningún revisionismo" de su experiencia como entrenador de Uruguay en el Mundial de Italia, Tabárez admitió la comparación entre la situación de "la Celeste" antes del partido contra Sudáfrica con la que vivió hace 20 años después de la igualdad del debut ante España y en lo previo al encuentro contra Bélgica, que Uruguay salió a ganar y perdió, sin especular con que el rival iba a jugar a defenderse, porque le servía un empate que, si los celestes hubieran obtenido, con la posterior victoria sobre Corea, le habría servido para evitar cruzarse nada menos que con el poderoso equipo local en la segunda fase.
"Yo he dicho públicamente que en esto de los mundiales, donde por suerte tengo alguna experiencia, una de las pocas cosas que he aprendido es que la serie sólo sirve para clasificar, eso es lo que le hicimos ver a los futbolistas. Les hablamos de lo que significó el empate contra Francia, que fue lo mismo que conseguimos en el inicio del Mundial del 90.
Quizá de otra manera, con otras sensaciones, pero aquello (lo de salir a atacar en el partido contra Bélgica), fue un error y no lo vamos a volver a cometer.
Considerando que la serie recomienza, porque el otro partido también fue un empate, hablando en términos futbolísticos, no vamos a intentar pasar por arriba a Sudáfrica, ni tampoco vamos a regalarnos", comentó el entrenador.
Entre lo dicho por Tabárez y lo ensayado -solo eso- por los celestes un rato antes en la cancha del GWK Park, queda claro que lo del fortalecimiento del ataque, sin peder la línea de cuatro volantes, es algo más que probable, para lo cual se recurrirá entonces a la inclusión de Cavani y al cambio de posición del goleador del Atlético de Madrid.
En definitiva, como el rival juega con un solo atacante, y por lo que rindió la zaga en el debut contra Francia, es para creer que con una línea de tres en el fondo, alcanza.
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