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miércoles, 26 de mayo de 2010

Ryanair asaltará El Prat en otoño


Hubo amago en primavera, pero, finalmente, el asalto de Ryanair al aeropuerto de Barcelona será este otoño. La aerolínea irlandesa presenta hoy su plan para desembarcar en El Prat, donde ya había pedido derechos de despegue (slots) para la temporada de verano, a los que finalmente renunció. Para empezar a competir en el aeropuerto de Barcelona (a partir del 31 de octubre, cuando comienza la temporada de invierno), la compañía lanzará 20 rutas, según fuentes del sector, de las que la mitad serán vuelos nacionales y otros 10, internacionales.

La estrategia de Ryanair -que ayer declinó confirmar la noticia- es un reto directo sobre todo a Vueling y a Spanair, las compañías líderes en pasajeros en el aeropuerto barcelonés, ya que ataca el mercado nacional con vuelos a Palma de Mallorca, Sevilla, Málaga y Santiago, en algunos casos con dos o más frecuencias diarias. Falta por confirmar si la ruta entre Madrid y Barcelona forma parte del asalto de Ryanair, que sí enlaza con la capital de España desde Girona, donde opera casi en exclusiva. Después de Madrid, las rutas Barcelona-Palma y Barcelona-Sevilla son las que más pasajeros mueven desde El Prat.

Easyjet, la gran rival del bajo coste en Europa, aún no tiene vuelos nacionales desde la capital catalana. En cambio, tanto esta como Ryanair enlazan Madrid con otras ciudades españolas.

Ryanair había condicionado su desembarco en Barcelona a que AENA le permitiese operar en condiciones distintas de otras aerolíneas. Por ejemplo, no usar pasarelas para embarcar pasajeros (cuestan entre 50 y 108 euros la hora), algo a lo que la empresa pública que gestiona los aeropuertos se ha negado en todo momento. Tanto Vueling como Spanair ya habían alertado de los problemas de competencia que supondría permitir a Ryanair (que hace unos meses planteó que esas facilidades le posibilitarían transportar hasta 15 millones de pasajeros anuales desde El Prat) condiciones diferentes del resto.Según fuentes del sector, la compañía irlandesa instalará una base en el aeropuerto barcelonés (tiene 33 en 26 países) con cinco de sus aviones 737-800, que probablemente saldrán de la del aeropuerto londinense de Standsted, donde Ryanair ha anunciado que reducirá su capacidad el próximo invierno un 40%, con 16 aviones menos, por el aumento de las tasas aeroportuarias.

Tradicionalmente, Ryanair ha operado en aeropuertos secundarios, precisamente por los menores costes, pero hay excepciones como Madrid, donde es ya la segunda mayor compañía por tráfico de pasajeros.

En Cataluña, hasta ahora la aerolínea irlandesa se había limitado a operar en los de Girona y Reus, que cobran tasas menores que los grandes aeropuertos, y con acuerdos con instituciones para promocionar el turismo, lo que le proporciona ingresos adicionales. La compañía copa el 98% de los viajeros que pasan por Girona (que Ryanair publicita como Barcelona Norte) y el 95% de Reus.

La llegada de la aerolínea irlandesa supondrá una presión aún mayor sobre los precios en las rutas desde Barcelona, donde Spanair y Vueling libran una dura batalla desde hace más de un año.

El consejero delegado de Vueling, Alex Cruz, vaticina, en una entrevista publicada la semana pasada por una revista especializada, que el asalto de Ryanair al aeropuerto de Barcelona "cambiará el juego". "¿Pero quién está mejor preparado para competir con ellos? Ciertamente, nosotros, con nuestra fortaleza y cuota de mercado. Así que no daremos vueltas como pollos sin cabeza".

Por su parte, Ferran Soriano, el presidente de Spanair -compañía en la que participan en minoría tanto la Generalitat como el Ayuntamiento de Barcelona junto con una larga lista de instituciones- ha alertado en varias ocasiones de la importante presencia de aerolíneas de bajo coste en El Prat y del posible trasvase de pasajeros desde Girona y Reus con la entrada de Ryanair en la capital catalana, que ha llegado a calificar de "error estratégico" para el aeropuerto barcelonés.


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