El hombre acusado de asfixiar y descuartizar a una prostituta en Blanes negó hoy entre llantos haber matado a la víctima y aseguró que todo lo que le sucede "es injusto" ya que lleva tres años en prisión por no haber matado "ni una mosca".
El acusado, José Martín C.P., esta siendo juzgado desde ayer por un tribunal popular, en la Audiencia de Girona y se enfrenta a una pena de entre 12 y más de 15 años de prisión por, presuntamente haber asfixiado y descuartizado a una prostituta en Blanes (Girona) en marzo de 2007 y haberse desecho del cuerpo tirándolo a un contenedor de basura. La víctima fue encontrada días después de los hechos, descuartizada en bolsas de basura en el vertedero de Lloret de Mar.
A preguntas del fiscal, el acusado relató que la sangre de la víctima que se encontró en su piso era fruto de relaciones sexuales anteriores al día de los hechos, ya que la mujer tenía la menstruación en ese momento.
Asimismo, justificó los arañazos que tenía en el cuello, las manos y la cara, explicando que al llegar a casa cogió un gato que había en el portal y que esté le araño al querer escapar.
En cambio, la compañera de piso de la víctima, también prostituta y esporádica clienta del acusado, aseguró que la noche de los hechos él no tenía marcas en ningún lugar, pero sí cuando fue a declarar por primera vez a la comisaría.
José Martín C.P. también justificó la abundante sangre encontrada en la fregona, el sofá y otros lugares del piso, declarando que unos días después, mientras comía, se cortó con el cuchillo del pan y lo dejó todo lleno de sangre. Explicó que había por todas partes porqué era "muy aprensivo" y se puso nervioso.
Reconoce que estuvo con ella
El procesado reconoció haber estado con la chica el día que desapareció. La llamó para un servicio, mantuvieron relaciones, tomaron cocaína, pero cuando acabaron ella se marchó. El hombre relató que aquel día no tenía dinero y que le dijo a la víctima que le pagaría con droga, a lo que ella accedió.
En un momento dado, dijo que la mujer le pidió más droga, él se negó y entonces ella se enfadó "muchísimo" y le insultó. Después de calmarla agarrándola por los brazos, dijo, accedió a darle más cocaína y ella se fue del piso. El hombre reconoció ir "muy pasado" tanto por haber bebido cervezas como por "haberse metido varias rayas de coca".
Por su parte, la amiga explicó además que el acusado la llamó antes a ella que a la víctima para mantener relaciones pero que se negó porqué no quería cobrar con droga y porqué le dio "miedo" la cara que tenía, "tenía una expresión rara", matizó.
También describió que cuando empezó a preocuparse por la desaparición de su compañera llamó varias veces a su teléfono y al del acusado pero que todos estaban desconectados. Incluso fue hasta el domicilio del hombre, dónde se oía música "y ruido de bolsas de plástico", pero que nadie contestó aunque sí apreció que bajaban la música cuando tocó el timbre.
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