El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha admitido que la renovación del Tribunal Constitucional (TC) es "urgente", pero tanto como lo era hace un mes o lo será dentro de dos meses y, además, avisó de que mientras la renovación no se lleve a cabo, el tribunal tiene "plena legitimidad".
Zapatero ha salido así durante la sesión de control al Gobierno del Congreso en defensa del Tribunal Constitucional, un órgano cuya tarea ha sido, según ha dicho, "ejemplar" para el "desarrollo de la democracia" y especialmente para "garantizar el sistema autonómico".
Con estas palabras, Zapatero intentaba transmitir el mensaje de que no resulta conveniente aprovechar el tropezón en relación con la sentencia del Estatut para cargar las tintas contra los magistrados y su trabajo.
Asimismo, Zapatero ha recalcado que, pese al último fracaso a la hora de dictar una sentencia sobre el Estatuto de Cataluña y pese a que varios de los miembros del tribunal han superado ya el límite de sus mandatos, el Tribunal Constitucional sigue teniendo "plena legitimidad".
El presidente además ha insistido en que de la falta de renovación del alto tribunal "no son responsables sus miembros" sino los partidos políticos. "Nosotros", ha dicho Zapatero, "somos los responsables".
Zapatero respondía en estos términos al diputado de IU-ICV, Joan Herrera, quien ha arremetido durísimamente contra los miembros del TC a los que ha llegado a acusar de "no cumplir ni las normas ni las formas", mantenerse "enrocados en posiciones políticas" y "haber perdido toda la imparcialidad" vulnerando además "el principio de tutela efectiva".
Herrera, además, ha aprovechado para atacar frontalmente al PP, que recurrió 114 artículos del Estatut, acusándoles de "desfachatez" por "convertir el anticatalanismo en un medio para defender la Constitución".
Herrera ha llegado a sugerir que Zapatero está dispuesto a "ceder al chantaje de los que pretenden una nueva recentralización del Estado".
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