Si esto pasara, la columna de cenizas que se produciría sería mucho más alta que la que invadió esta semana los cielos europeos. "El riesgo es muy alto", asegura Oddsson. "Y en este caso la nube de cenizas podría recorrer el planeta". Tampoco sería la primera vez. En 1883, las cenizas de la explosión del volcán Krakatoa, entre Java y Sumatra (Indonesia), colorearon durante meses los cielos de medio mundo.
Lo que todavía no se sabe es cuándo acabará la actividad del volcán Eyjafjalla, que ayer seguía siendo intensa, con abundante producción de cenizas. La columna que sale de la boca del volcán ha pasado de los 11 kilómetros que alcanzó esta semana a una altura entre los cinco y los ocho kilómetros. "El volumen del magma no está aumentando, pero tampoco disminuye. Sigue como hace dos días", afirma Oddsson. "Creemos que puede continuar así por lo menos dos días más. Pero hay casos en que ha durado semanas e incluso un año". Que afecte o no a la navegación aérea va a depender de las condiciones climatológicas y de la dirección de los vientos.
Según el experto, aun cuando el Eyjafjalla se calme, la columna de cenizas podría seguir alimentándose durante una semana, hasta que el interior del volcán se enfríe.
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