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lunes, 19 de abril de 2010

Policía cree que podría haber más víctimas del "violador de señoras"

Con esta cara me pide la hora y le doy el reloj

Según consignó en su edición de ayer LA REPUBLICA, en la noche del sábado la jueza Mariana Motta, tras pedido de la fiscal Ana María Telechea, procesó con prisión a Aroldo Javier Rodríguez Bornio, de 31 años, por "reiterados delitos de copamiento en reiteración real, con reiterados delitos de violación y lesiones personales".

Este sujeto, quien tiene formación militar, es poseedor de un antecedente en nuestro país por el delito de "hurto agravado mediante escalamiento", como así también tiene otro antecedente igual en Argentina. El confeso "violador de señoras", como lo apodaron los policías, es un experto escalador, lo que le permitía ingresar a las viviendas de sus víctimas con tanta facilidad.

Este delincuente, que tenía en vilo a las zonas de Pocitos, Parque Batlle, Parque Rodó y La Blanqueada, tras ingresar a las casas de sus víctimas, todas mujeres mayores o del entorno de los 60 años, se hacía de un cuchillo de la casa, las reducía y maniataba. Luego se preocupaba de buscar los efectos de valor para robarlos, para posteriormente someterlas sexualmente en algunos casos en reiteradas oportunidades. Su último ataque fue en una finca de la calle Eduardo Acevedo, donde sólo se conformó con el botín y no abusó de su víctima. Justamente allí dejó una huella digital y como tiene antecedentes no fue difícil determinar su identidad.

Cómplices procesados

El exitoso procedimiento fue realizado por investigadores del Departamento de Orden Público. Estos acopiaron información y el viernes a la medianoche lo detuvieron cuando se bajaba de un ómnibus en la zona de Pocitos, se cree que iba camino a dar un nuevo golpe debido a algunos implementos que llevaba consigo.

Tras ser aprehendido, reconoció sus delitos, agregando que su móvil siempre era el robo, pero que de un tiempo a esta parte dijo que escuchaba voces que lo incitaban a someter a las mujeres, aunque los uniformados no descartan que puedan haber más víctimas.

Su modus operandi era muy profesional, ya que además de ser meticuloso al momento de entrar, también lo era para no dejar huellas ni evidencias, al punto que a sus víctimas luego que las violaba las obligaba a bañarse para que no quedaran rastros de él.

También marchó a la cárcel por "receptación", EMRC, de 50 años. Este es dueño de una joyería donde el violador vendía las alhajas que robaba. Además fue procesado sin prisión su hermano, de iniciales MRB, de 27 años, por "receptación". El joven tenía en su casa varios de los efectos robados.

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