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domingo, 4 de abril de 2010

Comparación: el primer mes del Pepe con el de Tabaré, por Raúl Legnani

Quizás una de las mayores diferencias esté en que el dinamismo de Vázquez en materia de realizaciones sea mayor que el de Mujica, mientras que el actual Presidente sigue jerarquizando su habilidad de poner temas en el debate de la sociedad, aunque eso no tenga consecuencias prácticas de inmediato.

Los primeros pasos. El primer mes.
Los primeros pasos. El primer mes.

El viernes por la tarde hice un nuevo amigo, El Negro, con quien compartí preocupaciones durante más de una hora. El tema central, además de nuestras suertes particulares, fue saber cómo estaba yo viendo al nuevo gobierno del Pepe Mujica.

Fue así que entre silencios y silencios, terminamos comparando el primer mes de Tabaré con el primer mes de Pepe: me pareció que esa era la mejor forma de aproximarnos a la objetividad.

Los dos coincidimos que los dos dirigentes están mostrando elementos de continuidad y también diferencias. Yo soy de los que sostienen que Pepe piensa en voz alta y que Tabaré lo hace en silencio. Esta es la primera diferencia, que pude detectar con el apoyo de El Negro, quien se limitó a mover su cabeza afirmativamente, aunque seguramente hay otras.

La otra diferencia, que creo sustancial, son los discursos de asunción. Vázquez, al igual que Mujica, habló ante el Parlamento y después ante sus seguidores y en la calle. Tabaré jerarquizó el discurso ante la gente, por encima del Parlamento, mientras que Pepe le puso más contenido al que realizó ante la Asamblea General. Estas diferencias que anotamos, no son menores. Vázquez demostró desde el primer día que no le interesaba un gran acuerdo con la oposición, mientras que Mujica si lo anunció. Incluso llegó a decir que "Habrá patria para todos y con todos". Por algo aún estamos esperando la designación de los integrantes de los entes autónomos y el resultado de las comisiones interpartidarias. La otra diferencia a resaltar es el tipo de relación que el Poder Ejecutivo va a tener con las Fuerzas Armadas. Pero tratemos primero el desafío de la búsqueda de la verdad y de la suerte de los desaparecidos. Sobre el final de su discurso, Vázquez dijo: "Dentro de pocas horas, pasado mañana jueves, el secretario de la Presidencia, doctor Gonzalo Fernández, en combinación con oficiales de nuestras Fuerzas Armadas, comenzarán las tareas para que un grupo de investigadores de la Universidad de la República, vaya al Establecimiento 13, 14 y a los que fuera, para comenzar los estudios correspondientes, para saber si hubo enterramiento de ciudadanos muertos, desaparecidos durante la dictadura militar". Mujica no hizo ningún anuncio sobre estas preocupaciones. Ni ante la Asamblea General, ni ante la multitud.

Es de recordar que el 4 de marzo el doctor Gonzalo Fernández, secretario de la Presidencia de la República en esos días, dijo "Como todos ustedes saben, el Presidente de la República impartió instrucciones para iniciar el proceso que complete la investigación sobre los detenidos desaparecidos. Lo conversó con los comandantes en jefe; está previsto el ingreso a los establecimientos militares donde se supone que hubo enterramientos y, en cumplimiento de esa instrucción, nos hemos reunido con el comandante en jefe del Ejército, para comenzar a organizar eso...". De ahí en más el tema de los desaparecidos quedó en manos, por lo menos en lo público, de Gonzalo Fernández. Si vamos al pasado para traer este tema y colocarlo en el presente, es porque consideramos que Mujica inicia una nueva forma de relacionamiento con las Fuerzas Armadas, cuando se reúne con 350 oficiales en Durazno, donde al tema de los derechos humanos solo se le alude lateralmente. Pero esto no quiere decir que Mujica cambie la política de Vázquez en materia de derechos humanos, porque unos días después aplica el artículo 4º de la Ley de Caducidad, para el caso del desaparecido "Tito" Gomensoro.

También hay sensibilidades distintas en las formas de cómo gestionar el Poder Ejecutivo. Vázquez jerarquizó desde un primer momento la Oficina de Planeamiento y Presupuesto y, a la vez, prefirió la reunión de todo el gabinete, casi como forma sistemática de gobernar. Mujica tomó otro camino. El gabinete en pleno se reúne cada 15 días y entre reunión y reunión convoca a tres gabinetes sectoriales. Como se ve, no hay una diferencia sustancial. Quizás una de las mayores diferencias esté en que el dinamismo de Vázquez en materia de realizaciones sea mayor al de Mujica, mientras que el actual Presidente sigue jerarquizando su habilidad de poner temas en el debate de la sociedad, aunque eso no tenga consecuencias prácticas de inmediato. Allí están en los archivos la reforma del Estado, que también fue de Vázquez, la emergencia habitacional, el trabajo voluntario ­ambos de cuño mujiquista­, entre otros.

Si alguien quiere profundizar este ejercicio comparativo sobre el primer mes de cada presidente que ha tenido el Frente Amplio, no tiene más que ir al sitio web de la Presidencia (www.presidencia.gub.uy) y poner sobre la mesa lo que hizo Vázquez y lo que hizo Mujica. El ejercicio, vale la pena.

Me olvidaba: El Negro solo fue un perro callejero que me acompañó el viernes de turismo, moviendo la cola o levantando sus orejas, en medio de una ciudad de Montevideo que parecía que había sido secuestrada por los marcianos.

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