.

.

martes, 23 de marzo de 2010

Una brisa progresista recorrió el mundo

En un mundo de cambios graduales y de crisis económicas profundas, en este fin de semana se produjeron dos hechos a nivel mundial, que valen la pena destacar. Por un lado el triunfo de la convergencia de fuerzas de izquierda en Francia y por otro que el presidente demócrata de Estados Unidos, Barack Obama, logró su primera gran victoria al sacar adelante su reforma sanitaria.

Cuando el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero parecía transformarse en una isla socialdemócrata europea, este fin de semana las fuerzas progresistas de Francia le hicieron un guiño al Partido Socialista Obrero español.

La alianza formada por el Partido Socialista (PS), Europa Ecologista (EE) y el Frente de Izquierda, para las elecciones regionales de Francia, logró el 53,85 por ciento de los votos, dejando en franca minoría a la derecha. De esta forma Nicolás Sarkozy fracasó en su intento de encabezar los principales gobiernos regionales de la nación europea.

Varios ministros de Sarkozy aspiraban a liderar gobiernos regionales, pero fracasaron en el intento y uno de ellos fue prácticamente aplastado por la ex candidata presidencial socialista, Ségoléne Royal en Poitou-Charentes, región metropolitana francesa con costas en el Atlántico.

Royal consiguió el 61,1 por ciento de las simpatías por apenas el 38,9 del actual ministro de Transportes, Dominique Bussereau, para confirmarse como una figura todavía con bastante popularidad pese a su revés ante Sarkozy en las presidenciales en 2007.

"El electorado habló y debemos escucharlo con atención. No sólo a quienes nos apoyaron o prefirieron estar con la derecha, y más alarmante con los ultranacionalistas, sino a los abstencionistas, descontentos", dijo el alcalde de París, Bertrand Delanoe, del Partido Socialista.

Se prevé que Sarkozy emprenda una reestructuración de su gabinete, ya que estos comicios constituyen la última prueba electoral antes de las próximas elecciones presidenciales de 2012.

Mientras esto ocurría en el corazón de Europa, del otro lado del océano Atlántico, Estados Unidos, el presidente Barack Obama lograba un triunfo largamente trabajado: la reforma del sistema elitista estadounidense, daba paso a una nueva realidad, favoreciendo a 30 millones de personas que actualmente no cuentan con seguro médico. "Es una victoria para el pueblo americano", dijo el presidente en una comparecencia tras la votación, "es una victoria de sentido común", agregó.

La aprobación de la reforma, por 219 a favor y 212 en contra, responde, según Obama, "a los sueños de muchos". "No ha sido una votación fácil, pero ha sido la correcta", comentó el presidente durante su aparición en la Casa Blanca.

Se puede decir que en el fin de semana que pasó, una brisa progresista recorrió el mundo, teniendo como escenarios a Francia y Estados Unidos. No es poca cosa.

No hay comentarios: