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lunes, 1 de marzo de 2010

708 muertos en Chile, 2 millones de damnificados, 30.000 millones de dólares en pérdidas

Al menos 708 personas murieron por el sismo de 8,8 grados y el posterior tsunami en el sur del país, según el último balance que difundió la presidenta Michelle Bachelet, que elevó a más del doble el número de muertos de balances anteriores.

Además "hay un número creciente de personas desaparecidas" y "tengo la certeza de que estos números van a seguir creciendo", advirtió la mandataria tras encabezar una reunión del Comité de Emergencias.

Al menos 541 muertos se concentran en la región del Maule, unos 300 kilómetros al sur de Santiago, precisó Bachelet. En Talcahuano, el puerto más cercano a Concepción, las enormes olas de un tsunami que sucedió al terremoto, arrasaron con todo a su paso e incluso varios barcos fueron arrastrados sobre viviendas a cientos de metros del mar. Entre el sábado y el domingo se produjeron más de 100 réplicas, 20 de ellas de una intensidad superior a los 5 grados de la escala de Ritcher y una de más de 6 grados.

A lo largo del país la destrucción se ve en decenas de puentes caídos, edificios derrumbados, vías cortadas por los escombros, todo, lo que dificulta la llegada de ayuda.

Ayer ya se había señalado la destrucción de 1,5 millones de viviendas y 2 millones de personas damnificadas.

La mandataria también anunció que "vamos a garantizar la entrega gratuita de todos los productos de primera necesidad" en las zonas afectadas, en particular en la ciudad de Concepción, 500 kilómetros al sur de Santiago, epicentro del terremoto y donde se han presentado saqueos.

Bachelet también señaló que en dos regiones del sur Biobío y Maule se declaró el "estado de excepción de catástrofe" por 30 días con lo cual se busca "garantizar el orden público y acelerar la entrega de ayuda".

En Concepción, como símbolo de la tragedia, un edificio de habitación de 15 pisos y 80 departamentos colapsó dejando un centenar de personas atrapadas, según informó la alcaldesa Jacqueline van Rysselberghe.

"Las horas y el tiempo es la variable crítica para salvar a las personas que están aquí dentro", dijo la alcaldesa entrevistada desde el sitio del derrumbe.

"Fue impresionante porque los pilares se movían de un lado a otro, y luego se hundió y estaba todo destrozado", contó Ewin Jiménez, que logró escapar por las ventanas del edificio.

En una ciudad con la luz y las comunicaciones cortadas, el desespero de la gente se concretó en saqueos y pillajes. Este domingo centenares de personas violentaban la entrada de un supermercado en busca de alimentos y productos de primera necesidad.

"Esto es para mis hijos, es la única forma que tengo de alimentarlos", decía un hombre con los ojos llorosos explicando su empeño en violentar una puerta metálica para ingresar al supermercado.

"No es robo, es desespero", decía una mujer de unos 30 años a la salida del supermercado Líder, en el centro de Concepción, mientras se observaba a personas corriendo con cajas de leches y otras mercaderías en sus manos, como lavadoras y televisores de plasma.

Una mujer que pedía leche dijo que "quienes tienen hijos me entienden", quejándose de que un supermercado estaba saturado de gases lacrimógenos: pocos minutos antes, la Policía intentó reprimir los pillajes con tanques lanza agua y con gases.

"Si hoy no logramos solucionar el tema de alimentos nos enfrentaremos a una situación muy conflictiva", expresó la alcaldesa Van Rysselberghe.

Si el panorama era dramático en la ciudad, cunde la preocupación por la suerte de las comunidades costeras, afectadas por el tsunami. Tanto en Talcahuano (ciudad adyacente a Concepción) como en la cercana Dichato, embarcaciones fueron lanzadas tierra adentro por la fuerza de la marejada.

En Santiago, el aeropuerto internacional seguía cerrado dados los destrozos de su terminal de pasajeros, aunque este domingo ya recibió dos vuelos internacionales y se esperaban otros tres, según reporta la televisión chilena.

Este domingo el Papa Benedicto XVI señaló: "Rezo por las víctimas y estoy espiritualmente cerca de ese pueblo que sufre este grave desastre. Ruego a Dios que le aporte resignación y valentía en esta adversidad", agregó.

Varios países señalaron su intención de enviar ayuda a Chile, mientras que organismos como el FMI, el Banco Mundial y el Banco Interame ricano de Desarrollo comprometieron su apoyo para la reconstrucción del país.

El sismo, uno de los más fuertes de la historia, generó alertas de tsunami en toda la cuenca del Pacífico, sin que se produjeran daños aunque sí importantes evacuaciones en Japón y en Hawai.

En Washington la firma estadounidense Eqecat, especializada en estimaciones de riesgo, calculó que los daños ocasionados por el sismo podrían ascender a entre 15.000 y 30.000 millones de dólares, lo que representa entre el 10% y el 15% del PIB de Chile.

Entretanto el ministro de Defensa, Francisco Vidal reconoció que la Marina chilena cometió un error al haber descartado inicialmente un tsunami en las costas del sur de Chile el sábado tras el potente terremoto.

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