A poco menos de un mes de la asunción de José Mujica, la hermana Lourdes de la Congregación Oblatas del Santísimo Redentor continúa trabajando en la confección de la banda presidencial que el futuro mandatario lucirá el próximo 1º de marzo.
En estos días se encuentra con las manos en la obra, aunque todavía no se anima a fijar una fecha de finalización. Tal como lo aseguró desde un principio, ratificó a EL PAÍS digital que cuando la misma esté finalizada no la mostrará a la prensa.
Mujica no se volverá a probar la banda, por lo que no está previsto un segundo encuentro. "Cuando esté terminada se la pasarán a buscar y se la entregarán", indicó la hermana.
El día que fue a la chacra a tomarle las medidas, la hermana Lourdes se llevó del futuro mandatario la impresión de un hombre "de pocas palabras". Esto mismo recordó más de un mes después: "Mujica es una persona muy agradable, pero de pocas palabras. Tiene muchas palabras para contestarles a ustedes, los periodistas", dijo jocosamente.
En cuanto al precio de la banda, la hermana aseguró que todavía no sabe cuánto va a cobrar. "Una vez que esté pronta lo pensaré. Imagínate que vivimos de eso. La congregación tiene muchos gastos y tenemos muchas obras sociales a cargo."
Por otro lado, se lamentó que teniendo en cuenta el trabajo que supone hacerla, los mandatarios luzcan la banda solamente una vez. "La usan un día y después la guardan en la caja. Se la podrían poner en todas las fiestas importantes, pero no se estila. Fue lo que me dijo Mujica: "Por lo que la voy a usar…"". En definitiva, la banda termina siendo una "cuestión de orgullo para la familia", estimó la hermana.
EXPERIENCIA. Con 85 años de edad, la banda presidencial de Mujica es la quinta que confecciona la hermana Lourdes. La primera fue la de Luis Alberto Lacalle.
En 1938 las hermanas Oblatas del Santísimo Redentor bordaron por primera vez la banda del entonces presidente electo, Alfredo Baldomir y a partir de allí se les asignó este encargo. Las primeras veces, Lourdes se limitaba a observar la tarea, hasta que en 1989 la responsabilidad cayó plenamente en sus manos.
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