A través de la Escuela de Agricultura de la UPC, la Fundación investigará con expertos en agricultura, genética, distribución, y gestión de empresas. Un grupo del centro trabaja desde 1994 en este objetivo: primero selecciona el producto a mejorar. Se recogen semillas en las zonas históricas de producción, se estudian sus características agronómicas, sensoriales, químicas y genéticas, y con esta información se elabora un retrato robot de lo que debería ser la planta. Una vez se tiene la variedad, se trabaja en los cultivos para lograr una producción que se asemeje lo máximo posible en el modelo ideal. El último paso consiste en diferenciar el producto en el mercado, buscándole una Denominación de Origen.
Con esta técnica ya se han mejorado variedades de la mongeta de ganxet, diferentes tipologías de tomate, y se ha creado una nueva especie de calçot. Con la inauguración de la Fundación, la UPC prevé ampliar su ámbito de trabajo, que se ejercerá paralelamente en las instalaciones que la escuela de agricultura tiene en Viladecans, en el Parque Agrario del Baix Llobregat, y el Parque Agrario de Sabadell.
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