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sábado, 13 de febrero de 2010

CAEN DOS ESTAFADORES; UNO LO HACIA COMO FORMA DE VIDA, EL OTRO ES MAS SOFISTICADO

Dos estafadores que utilizaban distintos métodos de engaño, uno con múltiples antecedentes por este tipo de delitos, y cuyos objetivos también eran muy distintos, ya que uno lo hacía en pequeñas cantidades según sus palabras para poder "vivir", mientras que el más experiente era más sofisticado, fueron enviados a prisión en las últimas horas

Los estafadores operaron en Paysandú y en la Ciudad de la Costa. El primero realizaba estafas menores, mientras que el otro delincuente, viejo conocido de la Justicia se hacía pasar por gerente de compras del Aeropuerto de Carrasco y estafó en distintos comercios de muy distintos rubros y por importantes montos.

El caso ocurrido en el litoral del país fue denunciado por una mujer de 52 años, quien dijo que en su estudio jurídico solicitaron sus servicios para mediar en un negocio por valor de U$S 80.000, exhibiendo una tarjeta de una empresa de transportes de Rivera, hecho que le pareció irregular.

Poco más tarde se citó a un hombre de 38 años, que manifestó que concurrió a su negocio un hombre que se hacía llamar Pérez, el cual quería comprar su auto, al cual le expresó que no estaba en venta, pero que sí tenía un negocio en el rubro de pizzería en el cual este se interesó pactándolo en U$S 80.000, solicitando Pérez que le compraran un maletín para utilizar cuando se efectuara la transacción en el banco, comprando uno en un comercio por 1.800 pesos.

A la vez que pidió que le preparan alimentación para el mediodía y la noche, que él pagaría todo luego.

También se supo que se alojó en un hotel donde no abonó su estadía así como se hizo adquirir ropa para después abonarla, retirándose luego de la ciudad. Cuando se comprobó que había huido, se pidió su captura a nivel nacional y poco más tarde fue encontrado y detenido en la ciudad de Mercedes.

El sujeto identificado como Gregorio Lemos Pérez, de 64 años, se confesó autor de maniobras en perjuicio de varias firmas comerciales ya que dijo que es su "medio de vida", y que acostumbraba a viajar por el país de dicha forma.

Referente a la tarjeta presentada en el estudio, dijo que ponía su segundo apellido para despistar, no poseyendo capital de giro, ni dinero suficiente y que sólo mantiene cuentas en una entidad.

Finalmente este sujeto fue puesto a disposición de la Justicia y enviado a prisión por "un delito continuado de estafa en calidad de autor".

MÁS REFINADO.

Distinto era el objetivo de Luis Orlando Erguiz Adán, de 33 años, quien posee varios antecedentes por "reiterados delitos de estafa", ya que tenía montado todo un sistema para sus maniobras al punto que contrataba fletes para retirar las mercaderías de las que se apropiaba en todo tipo de comercios.

Este sujeto que decía ser gerente de compras del Aeropuerto de Carrasco utilizando el nombre de un funcionario que trabaja en dicha área de la terminal aérea, se comunicaba con distintos comercios de plaza como ser barracas, ferreterías, casas de pinturas, de repuestos de climotores y hasta carnicerías, adonde enviaba emails, como para autenticar, solicitando distintas mercaderías, las cuales luego pasaba a retirar un flete, solicitando que se pasara a cobrar por el Aeropuerto. Tras ser puesto a disposición del Juzgado Letrado de la Ciudad de la Costa, este individuo terminó siendo enviado a la cárcel por "reiterados delitos de estafa".Dos estafadores que utilizaban distintos métodos de engaño, uno con múltiples antecedentes por este tipo de delitos, y cuyos objetivos también eran muy distintos, ya que uno lo hacía en pequeñas cantidades según sus palabras para poder "vivir", mientras que el más experiente era más sofisticado, fueron enviados a prisión en las últimas horas

Los estafadores operaron en Paysandú y en la Ciudad de la Costa. El primero realizaba estafas menores, mientras que el otro delincuente, viejo conocido de la Justicia se hacía pasar por gerente de compras del Aeropuerto de Carrasco y estafó en distintos comercios de muy distintos rubros y por importantes montos.

El caso ocurrido en el litoral del país fue denunciado por una mujer de 52 años, quien dijo que en su estudio jurídico solicitaron sus servicios para mediar en un negocio por valor de U$S 80.000, exhibiendo una tarjeta de una empresa de transportes de Rivera, hecho que le pareció irregular.

Poco más tarde se citó a un hombre de 38 años, que manifestó que concurrió a su negocio un hombre que se hacía llamar Pérez, el cual quería comprar su auto, al cual le expresó que no estaba en venta, pero que sí tenía un negocio en el rubro de pizzería en el cual este se interesó pactándolo en U$S 80.000, solicitando Pérez que le compraran un maletín para utilizar cuando se efectuara la transacción en el banco, comprando uno en un comercio por 1.800 pesos.

A la vez que pidió que le preparan alimentación para el mediodía y la noche, que él pagaría todo luego.

También se supo que se alojó en un hotel donde no abonó su estadía así como se hizo adquirir ropa para después abonarla, retirándose luego de la ciudad. Cuando se comprobó que había huido, se pidió su captura a nivel nacional y poco más tarde fue encontrado y detenido en la ciudad de Mercedes.

El sujeto identificado como Gregorio Lemos Pérez, de 64 años, se confesó autor de maniobras en perjuicio de varias firmas comerciales ya que dijo que es su "medio de vida", y que acostumbraba a viajar por el país de dicha forma.

Referente a la tarjeta presentada en el estudio, dijo que ponía su segundo apellido para despistar, no poseyendo capital de giro, ni dinero suficiente y que sólo mantiene cuentas en una entidad.

Finalmente este sujeto fue puesto a disposición de la Justicia y enviado a prisión por "un delito continuado de estafa en calidad de autor".

MÁS REFINADO.

Distinto era el objetivo de Luis Orlando Erguiz Adán, de 33 años, quien posee varios antecedentes por "reiterados delitos de estafa", ya que tenía montado todo un sistema para sus maniobras al punto que contrataba fletes para retirar las mercaderías de las que se apropiaba en todo tipo de comercios.

Este sujeto que decía ser gerente de compras del Aeropuerto de Carrasco utilizando el nombre de un funcionario que trabaja en dicha área de la terminal aérea, se comunicaba con distintos comercios de plaza como ser barracas, ferreterías, casas de pinturas, de repuestos de climotores y hasta carnicerías, adonde enviaba emails, como para autenticar, solicitando distintas mercaderías, las cuales luego pasaba a retirar un flete, solicitando que se pasara a cobrar por el Aeropuerto. Tras ser puesto a disposición del Juzgado Letrado de la Ciudad de la Costa, este individuo terminó siendo enviado a la cárcel por "reiterados delitos de estafa".

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