La firma hispano-argentina Repsol-YPF confirmó un plan para buscar petróleo en la cuenca de las Malvinas, donde desde hace algunos días opera una plataforma británica, lo que generó tensiones entre Londres y Buenos Aires, a 28 años de una guerra por las islas.
Repsol YPF realizará una prospección petrolera en el último trimestre de 2010 en la cuenca de las Malvinas, donde la plataforma británica Ocean inició esta semana trabajos de exploración, que motivó un fuerte reclamo del gobierno argentino.
El área de prospección en la que operará Repsol YPF se encuentra a mitad de camino entre el continente y el archipiélago bajo confrontación de soberanía.
La exploración se hará "a 289 km de la costa norte de la provincia de Tierra del Fuego (sur) dentro del Mar Argentino", en un área marítima fuera de la disputa entre Argentina y Gran Bretaña por las Malvinas, dijo una fuente de la firma a la AFP en Buenos Aires.
La prospección se realizará en dos bloques que tiene asignados la compañía por el gobierno argentino, agregó.
La petrolera hispano-argentina invertirá inicialmente "unos 100 millones de dólares", indicó la fuente.
"Es una zona de elevado potencial, pero también de mucho riesgo geológico", añadió el portavoz al dar detalles de un proyecto de la firma anunciado en diciembre en Buenos Aires.
El consorcio está liderado por Repsol YPF y sus socios son la brasileña Petrobras y Panamerican Energy, una sociedad de capital mayoritariamente argentino, con un 33% cada uno.
Repsol no dispone de un cálculo sobre los recursos existentes en la cuenca del archipiélago, que podrían ser de hasta 60.000 millones de barriles, según estimaciones británicas.
La potencial riqueza petrolífera en la cuenca de Malvinas constituye el mayor foco de conflicto dentro de la disputa bilateral por la soberanía en las islas, tras la sangrienta guerra de 74 días en 1982 que concluyó con la rendición de las tropas de la última dictadura (1976-1983) del país sudamericano.
Argentina, que desde el retorno a la democracia en 1983 canaliza el conflicto por vía diplomática, respondió a la instalación esta semana de la plataforma británica, exigiendo que tengan permiso previo los barcos que se dirijan a las Malvinas desde el mar argentino.
En un contexto de fuerte ofensiva diplomática, Argentina logró un unánime respaldo de los países de América Latina y el Caribe que participaron en una cumbre del Grupo de Rio que se celebró en el balneario mexicano de Cancún, el lunes y martes pasados.
Además, el miércoles el canciller argentino, Jorge Taiana, pidió al secretario general de la ONU Ban Ki-moon interceder ante Gran Bretaña para que se cesen sus "actos unilaterales" en Malvinas y acepte negociar la soberanía de las islas.
El Reino Unido "no tiene ninguna duda de su soberanía sobre las islas Falkland (nombre inglés de las Malvinas), Georgia del Sur y las islas Sandwich", replicó el embajador británico ante la ONU, Mark Lyall Grant.
Anteriores prospecciones fueron abandonadas en los años 90 a causa de los bajos precios del petróleo, que se quintuplicaron desde entonces.
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