El presidente que asuma el 1º de marzo de 2015 podría ser reelecto pero por una única vez, dándole a Uruguay un sistema electoral similar al de Brasil, de prosperar una reforma electoral que impulsa el vicepresidente Rodolfo Nin Novoa. También se pronunció a favor de eliminar el balotaje.
En este año que se inicia, vuelve un tema que políticamente muchos perciben que quedó sin resolver, sin laudarse: la reelección presidencial. La lejanía casi astronómica de las próximas elecciones nacionales aventaría negaciones u objeciones de los que eventualmente vayan a oponerse a ese recurso.
Uruguay es uno de los pocos países del continente que en su Constitución no se contempla ese mecanismo electoral y ya llegó la hora en que muchos de los principales actores políticos y partidarios del Uruguay creen que es bueno plantear la posibilidad de un segundo e inmediato período presidencial.
Una de esas figuras que abraza la posibilidad de reformar la carta magna para habilitar la reelección es nada más ni nada menos que el vicepresidente y electo senador Rodolfo Nin Novoa, compañero de fórmula de Tabaré Vázquez, figura esta última que fue el epicentro hacia donde apuntaron las últimas acciones en ese sentido.
"No me parece para nada malo que exista la reelección presidencial.
Aunque me parece que funcionaría muy bien por una sola vez, como ocurre en Brasil o Argentina".
Nin Novoa señaló en diálogo con este diario que se promoverá en la legislatura entrante una reforma constitucional que contemple esa posibilidad, aunque con ciertos reparos. Uno de ellos "será despersonalizando la figura del presidente en el período en que se proponga la reforma".
El vicepresidente explicó que la hipótesis de la reelección, en el caso de concretarse, "debería regir no para las próximas elecciones sino para la siguiente"; es decir, para los comicios nacionales de 2019 "de manera tal que nadie sospeche que se propicia para perpetuar en el poder a alguien con nombre y apellido o a determinado partido político".
Hace algo más de un año, en 2008, frentistas y grupos de figuras independientes comenzaron solapadamente el escabroso camino de convencer al presidente Tabaré Vázquez de que aceptara permanecer un segundo e inmediato período de gobierno; aunque casi al mismo tiempo y en silencio les molestaba como una piedra en el zapato esa ajena suspicacia que a la mayoría aborda por el hecho de pensar que se propone la reelección para favorecer al presidente o al sector político que se encuentra en ejercicio.
Estableciéndose el imperio de la reelección sin conocer quién estará en el gobierno inmediato y que sucederá al que va a asumir el próximo 1º de marzo, "se aleja toda sospecha" de favorecimiento partidario, señaló el vicepresidente Rodolfo Nin Novoa.
"Siempre es para adelante, si pudiéramos despersonalizarla (a la reelección presidencial) no dudo que estaríamos dando pasos importantes en un mecanismo que no me parece nada mal", rubricó.
Muchos de los dirigentes que ya se sabe van a integrar el gobierno presidido por José Mujica, tanto en el Poder Ejecutivo como en otros ámbitos administrativos, formaban parte de aquella legión de impulsores de la reelección de Vázquez. Incluso, el propio José Mujica había dejado traslucir cierta inclinación a esa posibilidad.
A nivel de la oposición, algunos de los hoy electos legisladores, como el ex intendente Carmelo Vidalín o el senador Francisco Gallinal, ambos del Partido Nacional, se habían manifestado proclives a la reelección presidencial. Siempre con ese agregado de "despersonalizar" el mandato, tanto de nombre y apellido como de bandera partidaria.
Para llevar a cabo la reforma existen, por lo menos, cinco caminos constitucionales para enmendar la Constitución y facultar la reelección presidencial.
Para Nin Novoa la vía más expedita "sería con el pronunciamiento de los 2/3 de los integrantes de la Asamblea General Legislativa".
Con ese instrumento, la reforma se aprobaría en una fecha calendario que la misma máxima instancia parlamentaria determine "y así nos evitaríamos" el engorroso trámite de tener que, la ciudadanía toda pronunciarse el mismo día que se realicen las elecciones nacionales próximas, advirtió el vicepresidente.
"AHORRARNOS LA SEGUNDA VUELTA"
EL VICEPRESIDENTE NIN NOVOA es portador de las últimas voces que se han escuchado en contra de mantener la reforma electoral, con el imperio de la segunda vuelta, tal como hoy rige el sistema comicial uruguayo.
"Tenemos que ahorrarnos la segunda vuelta por la sencilla razón de que quien no obtenga la mayoría parlamentaria y eventualmente gane en el balotaje es imposible que pueda gobernar. No podría, o se volvería muy traumático, que un presidente sin mayorías legislativas designe a directores de entes autónomos" destacó.
Nin Novoa remarcó que con el mismo objetivo "o espíritu que tuvieron los que propiciaron la reforma que implantó el actual sistema electoral, nosotros entendemos que se debería garantizar el funcionamiento de un gobierno; eso ocurre siempre y cuando se tenga mayoría en el Parlamento. Por eso reiteró quien la alcance en la primera vuelta, una segunda instancia electoral no tiene sentido que se lleve a cabo".
El vicepresidente destacó que mantener el actual sistema comicial "pone en riesgo al país" y que "no es bueno para la gobernabilidad" que exista una mayoría de un partido político en el Parlamento y otro partido encabece hipotéticamente el Poder Ejecutivo.
En las últimas elecciones nacionales, el Partido Nacional utilizó contrariamente un argumento con el que pretendía eclipsar ese impedimento gubernativo explícito, en aras de un "equilibrio" pero que nadie creyó.
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