Casi al mismo tiempo, el ex embajador argentino, Hernán Patiño Mayer, dijo ayer que la solución al corte del puente San Martín por la instalación de las papeleras "está por venir", no descartó una reunión entre Mujica y Fernández para tratar este asunto y se mostró optimista ante la resolución del diferendo.
"Eso dejo que lo confirmen los presidentes, ni confirmo ni desmiento. Las relaciones son excelentes y sobre todo la voluntad de mantener las relaciones en ese nivel es mutua", afirmó. Patiño opinó que hay que aprovechar el tiempo actual de transición para preparar el terreno que pueda resolver el conflicto, tras el pronunciamiento del fallo de la Corte Internacional de La Haya, previsto para marzo o abril. "Hay que preparar el terreno para después, para el día siguiente al que se conozca el fallo. La solución tiene que contemplar la resolución del tribunal, esa es mi opinión personal, van a tener que tenerla en cuenta. Yo creo que lo que sí se pueden trabajar serían las posibilidades de ese fallo".
El diplomático se mostró optimista a lograr una solución al conflicto pastero: "Soy optimista, creo que independientemente de las posibilidades, las circunstancias van a hacer que vayamos a una rápida solución de este diferendo". José Mujica hizo un cambio de planes de última hora en su ya varias veces interrumpidas vacaciones que viene teniendo antes de asumir como presidente.
Grabó su última audición del espacio que tiene a diario en la emisora de FM M24, se fue a Colonia, tomó el Buquebus y llegó a Buenos Aires a media tarde de ayer. Inmediatamente se reunió con empresarios e inversores argentinos que han manifestado su intención de afincar sus negocios en Uruguay.
El multimillonario argentino Samuel Liberman, con el que Mujica estuvo reunido días atrás en Punta del Este, le había allanado esta reunión que ayer mantuvo con estos empresarios.
Pero no es ese el único punto de la agenda a cumplir en la vecina orilla por el entrante presidente, misión que la emprendió por cuenta propia y no en forma orgánica y coordinada con el Frente Amplio.
Si bien no hay nadie que desde la Casa Rosada lo haya confirmado, Mujica prevé reunirse con la presidente Cristina Fernández de Kirchner en alguna de las horas de su presencia en la ciudad bonaerense que se extenderá hasta mañana jueves. Los que corren, no son los mejores momentos para la mandataria del vecino país.
En este maremagnum de contratiempos, José Mujica pugnará por un espacio en la agenda de la mandataria argentina para plantear una solución al corte del puente Fray Bentos Puerto Unzué cortado por activistas de Gualeguaychú que rechazan la planta de celulosa de Botnia desde hace más de tres años. Visto fríamente y con todos estos elementos, se podría asegurar que la reunión entre Mujica y Fernández se cancelaría pero, voceros muy cercanos al entorno del electo presidente confirmaron que el encuentro se concretará "a pesar de los todos los pesares".
Mujica dijo que hay varios asuntos sin resolver entre ambos países y le dedicó un tramo al problema de la energía. Entre los temas a plantear por el presidente electo está el proyecto uruguayo de una planta gasificadora en la Bahía de Montevideo, que para ser factible se requiere una demanda mayor a la que puede generar Uruguay.
"El gran Buenos Aires consume y necesita mucha energía y tal vez ese caño que hicimos para un lado puede servir para el otro lado", propuso Mujica en relación al gasoducto construido para importar gas argentino.
En su audición por la radio M24 Mujica dijo: "Tenemos que lograr el mayor margen de acuerdo que favorezca una relación sana con Argentina", y si bien no mencionó a las plantas de celulosa, aludió lateralmente al diferendo binacional cuando expresó: "Sí, problemas hemos tenido, problemas tendremos que solucionar, y si no podemos hacerlo, no debemos cometer el error de agravarlos porque perjudicaríamos a nuestra sociedad.
Nunca debemos olvidar que los gobiernos pasan y los pueblos quedan; los países no se mudan".
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