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domingo, 31 de enero de 2010

Punta del Este: descubren estafa en casinos


La jueza María Helena Mainard procesó ayer con prisión a tres integrantes de una banda de tahures paraguayos por estafa a los casinos Nogaró de Punta del Este y Mantra de La Barra, cuyos responsables denunciaron una pérdida de US$ 440.000.

Uno de los paraguayos marchó a prisión imputado de reiterados delitos de estafa agravada por cometerla en perjuicio del Estado. Otro sujeto y su fueron procesados por estafa.

La banda se encontraba conformada por siete personas más de la misma nacionalidad que no fueron detenidas y se presume que ya se encuentran en su país.

Los tres paraguayos procesados fueron apresados por efectivos de la Dirección de Investigaciones alrededor de las 04:00 del sábado cuando intentaron cobrar las fichas ganadas en una larga noche de apuestas.

Los estafadores estaban encabezados por un sujeto que se presentó como político e importador de zapatos de origen chino, pero que en los hechos demostró una gran calidad para adelantarse al resultado del juego de punto y banca.

Los tahures aparecieron por las dos salas de juego el 8 de enero y permanecieron en la zona hasta el pasado 14, cuando desaparecieron de las mesas que los tuvieron como animadores durante la primera quincena del mes.

La policía detectó que uno de los ahora procesados el pasado 12 de enero, concretó un giro de US$ 40.000 hacia una cuenta corriente de un banco de la capital asunceña.

La denuncia formulada por Miguel Castelnoble, gerente del casino, señala que desde el 5 de enero se percataron de una millonaria pérdida que no se ajustaba a los parámetros que se manejan en las salas de juego, en forma especial en los juegos de naipes. Una revisión de las cintas de video de seguridad permitió detectar el accionar de los paraguayos comandados por el autodeclarado "político y empresario".

Las cámaras detectaron como el sujeto tenía una rara habilidad para ver las cartas que salían del sabot que se emplea para repartir los naipes en el juego de punto y banca.

Con su calidad de consumado actor, el sujeto advertía a sus compañeros de juego si debían apostar a punto o a banca. Si el sujeto sacudía la cabeza sus compinches apostaban a banca. Por el contrario, si se agarraba el mentón había que apostar a punto. El ahora detenido también usaba otro juego de señas: si tocaba el paño verde con un dedo se apostaba a punto. Si golpeaba la mesa con dos dedos, banca. Mientras el hombre con el sabot en la mano miraba a toda la velocidad las cartas que iban a salir, los otros tahures distraían a los funcionarios con gritos y alaridos de todo tipo. Inclusive, uno de ellos se tiró arriba de la mesa.

El aceitado mecanismo les permitía perder doscientos o trescientos dólares en cada mano cuando no estaban seguros de cómo venía el juego. Como máximo llegaron a perder mil dólares. En cambio, llegaron a ganar hasta diez mil dólares cuando el sujeto podía ver las cartas. Cuatro de los paraguayos apostaban sentados. Los otros dos parados.

En la noche del viernes, aparecieron otra vez. Jugaron hasta las 4:00 del sábado. En la caja fueron detenidos por los efectivos de la Dirección de Investigaciones de la Jefatura de Maldonado. Ayer fueron detenidos el cabecilla y dos secuaces.

Entre los prófugos, cuya presencia también fue detectada en la sala de juego, se encuentra un prestamista paraguayo -propietario también de una casa de empeño-, sus dos hijas, y los respectivos esposos, además de otro sujeto, de acuerdo con lo que indicaron fuentes de la investigación.

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