Ayer, la ausencia de 5 de los 18 controladores aéreos que debían trabajar en el turno de mañana, obligó a Barajas a operar con solo dos pistas. Pese a que en el turno de tarde las bajas fueron menos (faltaron dos controladores y se abrieron las cuatro pistas, las demoras en los vuelos se mantuvieron debido a los retrasos acumulados en las primeras horas del nuevo año.
La Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) ha señalado reiteradamente desde hace semanas de que los primeros días de enero podrían ser "difíciles" en Barajas debido a la falta de personal. Este sindicato, que agrupa al 95% de los 2.000 controladores aéreos que hay en españa, ha negado que se haya dado orden a los controladores para que no hagan horas extras y no cubran las bajas, tal como denuncia AENA.
El aeropuerto de Madrid-Barajas tiene previsto operar 992 vuelos durante la jornada del sábado. Los retrasos por la falta de personal de control, como también ha ocurrido en los aeropuertos canarios, se suceden desde hace semanas y se producen en medio del estancamiento de las negociaciones del segundo convenio colectivo de los controladores, cuyas negociaciones se reanudarán a partir del próximo 12 de enero.
La USCA ha calificado de "inaceptable" la pretensión de AENA de "arrasar el convenio" actual, mientras que la directora de Navegación Aérea, Carmen Librero, señalaba recientemente que el texto se va a cambiar "sí o sí" y advertía de que durante el proceso de negociación se podrían "crear algunos ruidos". AENA pretende reducir en 500 millones de euros los costes de los aeropuertos españoles en los próximos 5 años y contempla entre las medidas para conseguirlo una reducción de los salarios de los controladores.
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