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miércoles, 9 de diciembre de 2009

Larrañaga visita a Mujica en la chacra

"Larrañaga y Mujica piensan en el día después de la elección", fue el título de la nota de LA REPUBLICA del 8 de agosto de 2008 en la cobertura del afectuoso encuentro desarrollado en la chacra (un terreno que posee una cabaña), en el Paraje Andresito (departamento de Flores), y sobre el arroyo Grande que desemboca en el río Negro, de los entonces líderes sectoriales de Alianza Nacional y el Movimiento de Participación Popular.

A la misma hora, las 10, exactamente un año y cuatro meses después, el encuentro se desarrollará en otra chacra, la que oficia de casa del novel presidente electo, José Mujica, en Rincón del Cerro, la cual en su momento el candidato del Partido Nacional, Luis Alberto Lacalle, definiera como "sucucho" o "cueva".

Sobre la mesa de la conversación una "agenda abierta" pero centrada en la participación de los nacionalistas en los Entes Autónomos y Servicios Descentralizados, la deliberación en las políticas de Estado en seguridad, educación, energía, y medio ambiente, con la inquietud blanca de agregar política exterior, ciencia y tecnología, y salud.

No se descarta que Larrañaga reitere sus posturas favorables a políticas de descentralización, y de repoblamiento de la campaña.

La relación de Mujica-Larrañaga, Larrañaga-Mujica ha tenido etapas de importante acercamiento, como las veces que han compartido algún asado o vino en "el Quincho" del Rincón del Cerro, en la propia chacra de Larrañaga, en el buen relacionamiento en el Senado, pero también, experimentó la dureza conceptual durante la campaña electoral: Mujica lo calificó de "perro faldero" de Lacalle, mientras que el conductor de Alianza Nacional acusó a Mujica de "antidemocrático", y "de hacer apología de la violencia y la lucha armada".

Si hoy acuerdan reunirse es porque predominó el espíritu del 8 de agosto de 2008 en aquel "mano a mano" entre Mujica y Larrañaga, y el posterior asado junto a la prensa.

Un año y cuatro meses después parecen cumplirse aquellas afirmaciones de Mujica. "Estamos pensando para lo que va a pasar después de las elecciones: yo no sé dónde va a estar Larrañaga, y tampoco a ciencia cierta sé en dónde voy a estar. Ahora, alguna influencia vamos a tener en donde estemos y, entonces, estas cosas, más allá de quien esté en el gobierno, me parece que valen", sostuvo Mujica cuando todavía no se había realizado una elección interna, no se había llegado a los comicios nacionales ni experimentado el balotaje.

Ambos sostienen que "las relaciones personales" son "un capital intransferible".

En aquella ocasión, Larrañaga reivindicó su diálogo con Mujica porque "habla de un camino sincero, absolutamente claro, no es un diálogo impostado con el senador Mujica, no es algo para la televisión o para los medios gráficos o los informativos de las radios, es algo que sentimos y practicamos sin maquillaje, a cuenta de las cosas que este país debe enfrentar como dilemas".

El primer punto de coincidencia entre ambos dirigentes políticos alude a que se debe dejar atrás la exclusión mutua. "El próximo gobierno tendrá que convocar a todos, gane quien gane, porque no podemos seguir excluyendo a sectores importantes de la vida nacional", afirmó Larrañaga, en aquel lejano agosto de 2009 cuyos dichos resurgen este 9 de diciembre.

LLAMADA TELEFONICA

"Larrañaga tiene mi número de teléfono y puede llamarme cuando quiera, había expresado Mujica el 11 de noviembre pasado, en el último intento nacionalista de concretar un debate con el oficialismo, aunque sea por la modalidad de las dos fórmulas entre sí".

Así lo hizo Larrañaga cuando se dirigía a un acto en la ciudad de Rocha.

En esta jornada, Larrañaga oficiará de interlocutor nacionalista, y luego le informará de lo sucedido al presidente del Directorio, Luis Alberto Lacalle.

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