"La pasta base no debería ser considerada como una droga, sino como un veneno", opinó Mujica, para quien la comercialización del desecho de la elaboración de cocaína configura una conducta de "envenenamiento premeditado", porque "todos saben las consecuencias" de su consumo.
Mujica explicó que cualquier política de represión debería lanzarse después de hacer campañas públicas "para después largar los perros" y dijo que los centros para rehabilitación de los adictos deberían ser potenciados. Se trata de rescatar a la gente; no de hacerla sufrir, acotó.
Explicó que los residuos que acompañan a los pocos restos de cocaína que contiene la pasta base son tóxicos. "Los laboratorios, que refinan cocaína para exportación fuera de la región, mejoran su ecuación de renta con la venta bien barata de este veneno al pobrerío", resumió.
"Lo que está haciendo el Portal Amarillo tiene una buena orientación", pero "el problema nos pasa por arriba", dijo Mujica, quien no obstante piensa que un país como Uruguay está a tiempo de revertir la situación porque es una sociedad pequeña.
Mujica atribuyó el incremento en los delincuentes violentos en Uruguay a la aparición de la pasta base y aludió a la narcopolítica como una de las mayores amenazas para la soberanía nacional.
El candidato frentista defendió las políticas del gobierno de Tabaré Vázquez en seguridad pública, y señaló que el problema de la pasta base no estaba hace veinte años. Nunca se hizo tanto en seguridad como ahora, con inversión y gasto; la realidad es terca porque está la pasta base, acotó.
Respecto a la situación entre la población carcelaria, Mujica argumentó que se podrían utilizar muchos edificios públicos para instalar reclusos y defendió la urgencia de categorizar a los presos según su peligrosidad antes de determinar su lugar de reclusión.
"No siempre aprovechamos bien la capacidad de la infraestructura que ya tenemos instalada", dijo.
Sostuvo a la vez que los ciudadanos privados de libertad podrían dar un aporte voluntario en beneficio de los propios reclusos.
"Déjenme reclutar a quince o veinte gambuzas reconvertidos para que den una mano", comentó Mujica. "Nadie conoce mejor los códigos carcelarios que los propios reclusos", explicó Mujica, para quien entre los presos "hay personas muy capaces, brillantes, y otras que no sirven para nada".
Qué dice la Ley
El suministro de estupefacientes está regulado por el artículo 3 de la Ley Nº 17.016 (por el cual se modificó la Ley 14.294) y prevé una pena de entre 20 meses de prisión y 10 años de penitenciaría para quien "importara, exportara, introdujera en tránsito, distribuyere, (...) ofreciera en venta o negociara" las sustancias prohibidas.
En este sentido, una reciente condena en primera instancia dispuso una pena de 24 meses de prisión para un distribuidor de pasta base de cocaína operante en las proximidades del Hospital Pasteur. El hombre fue detenido con 28 envoltorios y un trozo más grande de la letal droga, lo cual alcanzó un peso de 8,7 gramos. La sentencia dispuso la destrucción de la droga.
La modificación de la Ley 14.294, en 1997, tendió a la reducción de las penas para los delitos vinculados al suministro de estupefacientes, puesto que la anterior redacción suponía la remisión a prisión de los implicados (con un mínimo de tres años).
La propuesta del candidato del Frente Amplio, José Mujica, supone elevar en forma importante las penas para los distribuidores y comercializadores de pasta base.
El homicidio especialmente agravado (con premeditación como agravante) supone una pena de 10 a 24 años de penitenciaría, pero si se tipifica "tentativa" la pena se reduce en un tercio. Por tanto, la tipificación propuesta por Mujica como "tentativa de homicidio con premeditación" supone una pena mínima de tres años de penitenciaría para los distribuidores de pasta base.
LR-U
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