Hay un uruguayo preso en una cárcel del Estado de Texas, Estados Unidos. Aseguran que lo está por tener documentos falsos. En el juicio que se le hizo no tuvo posibilidad de defensa legal. Tampoco tuvo un traductor por lo que entendió poco y nada de su proceso.
En la cárcel de Texas al uruguayo se le está suministrando una droga con el fin dicen de reducirle a la mínima expresión el apetito sexual. Esas dosis lo deprimen y le generan alucinaciones. De esto hace ya casi un mes. Ahora, el pasado viernes 21 de agosto, Departamento 20 de la Cancillería tomó cartas en el asunto y trasladó el caso a la sede consular donde se encuentra la prisión tejana para que funcionarios diplomáticos lo visiten, asesoren y eventualmente se gestione su liberación. Aquí, el caso de Washington Sosa Becerra, el uruguayo, lo viene siguiendo además el diputado del Espacio 609 Heber Clavijo, quien fue el que alertó de la situación "de violación a las garantías individuales de nuestro compatriota" al titular del Departamento 20, Carlos Flanagan.
"Esta situación de Sosa Becerra como la que viven muchos uruguayos más en el exterior es, lamentablemente, moneda corriente", dijo a este diario el jerarca de Cancillería que no dudó un segundo en subrayar que Estados Unidos "no cumplió con comunicar el caso del extranjero detenido al personal del consulado correspondiente". Las normas internacionales establecen que si un extranjero es capturado, la Justicia del país donde se produce el hecho tiene un plazo de 24 horas para comunicar la situación y los datos filiatorios de la persona a la sede diplomática o a la oficina consular más cercana de la nación de la que es oriundo el supuesto infractor.
"Si el consulado uruguayo hubiera conocido en tiempo y forma el caso de Sosa Becerra, éste habría contado por lo menos con un asesor jurídico y un traductor", señaló Flanagan.
El jerarca de Departamento 20 anunció que debido a que por los próximos 6 meses Uruguay ostentará la presidencia protémpore del Mercosur, nuestro país le concederá una mayor atención y pondrá más énfasis a los temas migratorios, "fundamentalmente ante los representantes de la Unión Europea". Adelantó además que en la próxima cumbre de las naciones sudamericanas a realizarse en setiembre en Quito, Ecuador, Uruguay presentará sus quejas sobre las políticas migratorias europeas en su condición de nación sudamericana o, en su defecto, de presidente del bloque del Mercosur. Pero eso es otro tema.
Sosa Becerra, preso "por error"
Washington Sosa Becerra vivía en New Jersey (norte), uno de los 50 Estados de la nación. Desde hacía algo más de un mes, venía realizando una serie de trabajos temporales en el sureño Estado de Nuevo México.
Terminada la zafra laboral y emprendiendo el retorno a New Jersey, personal policial del aeropuerto local lo detiene y le reclama la documentación. Muestra su pasaporte expedido por el consulado uruguayo, pero los funcionarios entienden que era falso. El documento había sido expedido por el consulado del Estado de Florida con letra manuscrita "como es normal" aduce personal de la Cancillería. Quizá ahí está la duda y el error norteamericano, la precariedad con que estaba escrito el documento, se sospecha.
Al momento de abordar el avión, Sosa Becerra es detenido y desde ese día se inicia para él un tortuoso peregrinaje por tres prisiones de dos Estados de la Unión (Nuevo México y Texas), algo que viene siendo para Washington Sosa lo más parecido al infierno. Hoy está detenido en una prisión de Texas luego de haber sido llevado a los estrados judiciales norteamericanos. Allí no tuvo posibilidad de una defensa legal y careció de un traductor oficial. Personal penitenciario le suministra diariamente una droga en la bebida que está autorizado a consumir, con el fin de contener sus deseos sexuales, cosa que por otra parte le está produciendo severos episodios depresivos. Este procedimiento de consumo de barbitúricos es corriente y usual para la población carcelaria en los Estados Unidos como también lo son los efectos secundarios que provoca en el inconsciente.
El diputado Clavijo señaló que la información sobre la situación de Sosa "llega a mi despacho desde uno de los tantos consejos consultivos que hay en el mundo, en cada país donde existe una colonia de uruguayos".
Desde mediados de agosto es que el legislador viene informando a las autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores y está en periódica comunicación con familiares de Sosa en Estados Unidos.
Desde aquel país, integrantes del consejo consultivo denuncian que la familia se ha comunicado con el consulado de Florida "en más de 8 oportunidades y nadie toma el caso en serio o se compromete a concurrir a la prisión a asesorarlo", aseguran.
Tanto el diputado Clavijo como el director de Departamento 20, Carlos Flanagan, afirman que la Cancillería ya está trabajando en el caso. El legislador prometió además tramitar una reunión con el embajador norteamericano en Uruguay "a la brevedad".
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