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lunes, 27 de julio de 2009

La superficie quemada por los incendios casi dobla la de 2008


La intensidad con la que se avivaron los incendios la semana pasada ha provocado que el número global de hectáreas quemadas en lo que va de 2009 esté a punto de doblar a las que ardieron en todo 2008. A falta de datos oficiales del Ministerio de Medio Ambiente (la estadística sobre incendios alcanza por ahora hasta el 5 de julio), la suma de superficie carbonizada en los principales siniestros sobrepasa de largo las 70.000 hectáreas. En todo el año pasado se quemaron menos de 40.000.
El 16 de julio, 4.000 hectáreas de matorral prendieron entre las localidades almerienses de Mojácar y Turre. Después fueron las provincias de Lleida, Teruel, Tarragona, Guadalajara, Soria, Burgos y, de nuevo, Almería las que han atravesado por dificultades para sofocar sus llamas. La muerte de siete bomberos (cinco en Tarragona, dos en Barcelona y uno en Teruel) y de un anciano de 87 años en Lleida evidencian la problemática de la lucha contra el fuego.
La última semana, con cerca de 30 frentes, ha sido la más difícil. Comenzó con el incendio del lunes en Horta de Sant Joan (Tarragona), que acabó con la vida de cinco bomberos e hirió a otro de gravedad.
Continuó en la Serranía de Cuenca, donde 3.000 hectáreas fueron arrasadas. Y alcanzó su cenit el jueves, que fue, junto al de Horta de Sant Joan, un día nefasto: otro bombero murió en Teruel -12.000 hectáreas carbonizadas- al despeñarse su vehículo por un barranco; la línea de AVE Madrid-Barcelona quedó suspendida casi 24 horas por un fuego que nació en Guadalajara y que viajó hasta Soria; y tres mil personas fueron desalojadas de Mojácar (Almería), uno de los pueblos más turísticos del Levante, ante la cercanía de las llamas que una semana antes devastaron la sierra colindante y que supuestamente habían sido extinguidas.
Pese a las dificultades de los servicios de extinción, toda comparativa con 2008 resulta engorrosa. El año pasado, con 39.900 hectáreas abrasadas, se dio el mejor balance antiincendios de la última década. Las temperaturas fueron más livianas. El Colegio de Ingenieros de Montes ya avisó a principios de julio de que, debido a la escasa pluviosidad de esta primavera, el riesgo de incendios aumentaba para el verano. Pronóstico acertado.
Las más de 70.000 hectáreas incineradas en menos de siete meses están más próximas de las cifras de 2007, cuando se quemaron 86.000, 40.000 de ellas sólo en Canarias. Datos que están lejos de los de 2006 (155.000 hectáreas), el año en que los incendios forestales calcinaron en Galicia unas 80.000 hectáreas.
Los ingenieros del Colegio de Montes destacan que las comunidades aportan ahora más medios para apagar las llamas. Hace dos semanas, la ONG WWF presentó el informe Incendiómetro 2009, en el que Aragón, Cataluña y Andalucía aparecen bien valoradas. Pero los focos no dejan de brotar en esas regiones. Ayer, en Teruel, sólo dos de los seis fuegos estaban bajo control, mientras que en Horta de Sant Joan los bomberos seguían trabajando anoche.
EL PAIS-ESPAÑA

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