La radiación cerca de un tanque de almacenamiento de agua contaminada
en la central de la central nuclear de Fukushima se ha disparado, hasta
niveles 18 veces mayores a los de hace una semana, según ha informado
este domingo Tokyo Electric Power (Tepco), la operadora de la planta. La
radiación, que fue detectada un día antes cerca de la base del
depósito, es de 1.800 milisieverts por hora, suficiente para matar a una
persona expuesta en cuatro horas, y pone de relieve los problemas para
controlar la crisis nuclear más de dos años después del tsunami que devastó Japón.
El 22 de agosto, las mediciones en el mismo tanque llegaban a 100
milisierverts por hora. La ley japonesa ha situado el nivel seguro de
exposición anual a radiación en 50 milisieverts, lo que supone que los
detectados serían altamente peligrosos. El operador no descarta que esta
situación se produzca por una nueva filtración de agua contaminada de
los tanques, aunque de momento no se ha visualizado ninguna y los
niveles de agua dentro del tanque no han variado.
En agosto, Tepco reveló una filtración de 300 toneladas de agua contaminada del tanque,
incidente que fue calificado por el regulador nuclear japonés como
"serio", con un nivel 3. La operadora reveló entonces que además se
descubrieron altos índices de radiación en la parte inferior de otros
dos depóstios.
Tepco también ha informado este domingo del aumento del nivel de
radiación en una cisterna adyacente, desde 70 milisieverts hasta 220, y
en la tubería que conecta otros dos tanques cercanos, desde 70 hasta
230.
Un portavoz de la operadora explicó que los altos niveles detectados
se pueden deber también en parte a que ahora se están utilizando
instrumentos de medición capaces de detectar cantidades de radiación
mucho mayores. Los usados hasta ahora solo medían hasta 100
milisieverts.
Análisis de 350 cisternas
En estas cisternas, de las que hay cerca de 1.000 repartidas por toda
la central, se almacena parte del agua altamente radiactiva acumulada
en los sótanos de los reactores, que se incrementa a diario por la
filtración de líquido procedente del sistema de refrigeración y de los
acuíferos bajo la planta.
En estos momentos Tepco está en proceso de analizar cerca de 350
tanques que son del mismo modelo que el defectuoso, fabricado cuando se
produjo la crisis nuclear de forma más económica y rápida, al haberse
usado resina para unir sus juntas en lugar de soldarlas.
Tras el inicio de la crisis nuclear, la peor de la historia junto a
la de Chernóbil en 1986, el Gobierno nipón y la operadora de la central
iniciaron las labores de limpieza y decretaron una zona de exclusión de
20 kilómetros en torno a la central por la alta radiación, que ha sido
parcialmente levantada, aunque mantienen evacuadas a decenas de miles de
personas.
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