“Somos gentes que merecemos otra forma de hacer política, mejor
dicho, de hacer Política con mayúscula, alejada de los políticos
profesionales, atrincherados en sus listas cerradas, sumisos, empleados
de sus aparatos”. Era uno de los párrafos finales del manifiesto con el
que el historiador Nicolás de Miguel se presentó como cabeza de cartel
de San Sebastián, de UPyD,
en las últimas elecciones municipales. El lunes entregó su carné y
remitió un e-mail a la dirección del partido en Euskadi, para darse de
baja y poner por escrito las razones que, según critica, no le han
dejado exponer internamente. “Me voy porque he descubierto un aparato
sectario que no sólo no admite ni el debate ni las críticas internas,
sino que margina a quien discrepa”, aseguró a EL PAÍS en San Sebastián.
La baja de Nicolás de Miguel, ex número dos en las listas al
Congreso, además de coordinador general de la formación en el País Vasco
desde 2010, se produce en el corazón de UPyD. San Sebastián fue la cuna
del partido. En mayo de 2007 unas 45 personas se reunieron en la
capital donostiarra con el objetivo de debatir sobre la necesidad y
posibilidad de crear un nuevo partido político que hiciera frente al PP y
al PSOE. Cuatro meses después nació UPyD. De Miguel se incorporó tres
años después. “Entré pese a Rosa Díez,
pensando que el proyecto merecía la pena, que se trataba de una
formación que iba a transitar entre los ciudadanos para buscar
soluciones más participativas, y sólo busca el poder. Las ideas se están
transformando en ocurrencias y si discrepas te demonizan”, aseguró De
Miguel.
La marcha de este exdirigente, se produce dos meses después de la que
protagonizaron los cabezas de cartel a las municipales en Vitoria,
Carlos Sevillano, y al Congreso y a la diputación foral de Álava,
Fernando García. Fuera de Euskadi también se han ido por razones
similares el candidato a la presidencia de la Xunta por UPyD, José
Canedo, el ex responsable de Redes Sociales del Consejo Territorial de
Galicia, Juancho Chouza, y el número 2 al Ayuntamiento de León en las
pasadas elecciones municipales, Guillermo Martínez Robles, entre otros.
El partido en Euskadi le quitó importancia a la crisis interna y
sostiene que los abandonos en Euskadi son “rebotados” que han perdido en
la batalla de poder interna por controlar la organización provincial.
Para Nicolás de Miguel la denominación debiera de ser otra: “No son unos
rebotados. Son como yo, unos indignados de UPyD, los cada vez más
indignados con UPyD”, criticó.
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