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jueves, 25 de julio de 2013

Pep, embajador catalán en Múnich

No es la primera vez, ni será la última. Ayer, tras el partido entre Barça y Bayern de Múnich, Guardiola volvió a hablar de independencia en plena rueda de prensa, donde un español puede tener problemas para enterarse de las declaraciones del técnico si no habla catalán o alemán. Y lo hizo con motivo de la nueva equipación que lució el conjunto azulgrana: «Es muy bonita. Los colores son llamativos. Es la 'senyera'. Es la voluntad de un pueblo a decidir, a poder expresarse de otra manera. Un país necesita salud democrática. Las leyes cambian leyes, y éstas cambian a las personas, ya se verá...».
Pep se ha convertido en el mejor embajador de Cataluña desde que comenzara a jugar al fútbol. Si ayer alzó su voz en Alemania, el año pasado lo hizo desde Nueva York, donde se sumó a la causa de la manifestación en la Diada: «Aquí tenéis un voto más para la independencia».
No obstante, este tipo de declaraciones llevan en boca de Pep desde que empezara en esto del fútbol. Ya en su etapa como jugador habló de «su país», siguiendo su lucha ahora desde los banquillos. En una posición ideológica que le ha generado muchos apoyos. Como el grupo que en 2010 creó una página web con el objetivo de que el 'noi de Santpedor' se presentara a las elecciones.
No fue así, lo que no quiere decir que su impacto mediático sea menor. El día que recibió la Medalla de Honor del Parlamento. En el discurso de agradecimiento, Guardiola puso como ejemplo al pueblo catalán: «Si nos levantamos temprano, pero bien temprano, y sin reproches, sin excusas, y nos ponemos a trabajar, somos un país imparable».
En esa misma línea siguió en el Santiago Bernabéu: «Nosotros nos hemos levantado muchas veces, como equipo y como país. Y nos hemos vuelto a levantar; tantas, tantas y tantas veces... Mirad si es pequeño nuestro país que desde un campanario se ve el campanario vecino».
Aunque uno de los momentos de mayor crispación de Guardiola fue en 2010, con motivo del partido que enfrentaba a Barcelona y Osasuna. El equipo no pudo llegar a Pamplona en avión y viajó el mismo día, llegando tarde al mismo. «Venimos de un país chiquitito llamado Cataluña que está ahí arriba y que pinta poco». Una ideología de la que ha hecho participes a sus hijos, inscritos en la organización cultural e independentista Òmnium.

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