A partir del año que viene, aparcar en la almendra central de Madrid
le resultará más caro cuanto más complicado sea encontrar un hueco libre
y cuanto más contaminante sea su coche.
En la actualidad, el precio de los parquímetros se fija en función de
si es zona verde (de residentes) o azul (de paso), y desde hace un año
se incorpora además un recargo dentro de la zona de bajas emisiones, que
coincide prácticamente con los límites de la M-30. El Ayuntamiento
implantará a mediados de 2014 un nuevo servicio de estacionamiento
regulado que añadirá dos variables más para encarecer o rebajar el
coste: la demanda de aparcamiento en la zona y el nivel de emisiones de
óxidos de nitrógeno.
Las bonificaciones y penalizaciones en función de esos dos criterios serán de hasta el 20% del coste de la hora de aparcamiento.
Este nuevo sistema entrará en vigor aprovechando la licitación de un
nuevo contrato de servicios de movilidad, que agrupa los 12 que existen
en la actualidad; con el ahorro que espera obtener el Ayuntamiento al
integrar los contratos, y los ingresos extraordinarios que supone elevar
el precio del aparcamiento según criterios medioambientales, se pondrá
en marcha, también a mediados de 2014, un servicio de alquiler de
bicicletas en la almendra central.
Parquímetros más caros. En Madrid hay cerca de 2.500
parquímetros distribuidos en un área de 1,3 millones de habitantes,
algo menos de un tercio de la población total. Esas máquinas se
sustituirán por otras capaces de calcular las nuevas variables del
servicio; además, permitirán el abono con tarjeta prepago y móvil.

En la zona de bajas emisiones, el precio sube hasta 2,40 euros por hora en zona verde y 2,95 euros por dos horas en zona azul.
Con el nuevo sistema, que se pondrá en marcha a mediados de 2014, se ampliará una hora el plazo máximo de estacionamiento.
En cuanto a los nuevos criterios para fijar precios, todavía no está
decidido qué porcentaje se aplicará según las emisiones del vehículo y
qué porcentaje corresponderá al nivel de demanda de aparcamiento, pero
el máximo de bonificación o penalización, sumados ambos criterios, será
de un 20%. Así, el precio más caro de un parquímetro en Madrid rondará
los tres euros por hora.
Paga más quien contamina. Los coches se catalogarán
en cinco franjas según el nivel de emisiones de óxidos de nitrógeno, el
único contaminante en el que Madrid supera los niveles legales impuestos
por la Unión Europea y podría ser multado por ello. Las dos franjas
inferiores verán rebajado el coste del aparcamiento regulado, la central
será neutra y las dos superiores sufrirán una penalización, que el
Ayuntamiento calcula que afectará a tres de cada diez vehículos.
La oposición ha criticado esta medida porque considera que irá en
detrimento de las familias con menores recursos, que son presumiblemente
las que tienen los coches más antiguos y, por tanto, más contaminantes.
El gobierno municipal considera en cambio que las emisiones de dióxido
de nitrógeno no dependen exactamente de la antigüedad del coche, sino de
factores como la potencia o el tipo de motor (sobre todo, provienen del
diésel).
Servicio municipal de bicis. El nuevo contrato
integral de movilidad ascenderá a 884 millones por un periodo de 12
años, agrupará de forma paulatina a partir del 1 de noviembre los 12
contratos ahora en vigor, y supondrá un ahorro de 103 millones en ese
periodo. Con ese ahorro y los ingresos extraordinarios del nuevo sistema
de parquímetros, se incluye en el contrato integral la puesta en marcha
de un sistema de alquiler público de bicicletas. Se trata de una vieja
promesa incumplida del anterior regidor y ahora ministro de Justicia,
Alberto Ruiz-Gallardón, que finalmente inaugurará Ana Botella (PP) en
mayo de 2014 con 1.560 bicicletas y 3.120 anclajes repartidos por 120
estaciones, que funcionarán las 24 horas del día y durante todo el año
en el área de bajas emisiones.
“No se promueve su uso turístico, sino que las utilicen los
madrileños como medio de transporte alternativo”, explicó la alcaldesa.
La cuota de inscripción (pensada para residentes) es de 25 euros, que
se quedan en 15 para los usuarios del abono del Consorcio Regional de
Transporte. La primera media hora costará 50 céntimos, y 60 céntimos las
siguientes fracciones de 30 minutos; a partir de los 120 minutos, la
hora adicional costará cuatro euros. Para los usuarios no inscritos
(fundamentalmente, turistas), la primera hora costará dos euros, y las
siguientes cuatro euros cada una.
Se incentivará con una rebaja de 10 céntimos los recorridos desde los
puestos con mayor número de bicis almacenadas hasta los que menos
tengan, para reducir así el trasiego de furgonetas redistribuyéndolas
por toda la ciudad.
Cuando Gallardón anunció el servicio, iba a ponerse en marcha en
primavera de 2011 con 1.560 bicis, 3.120 anclajes y 120 estaciones, y un
horario de siete de la mañana a medianoche.
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