Las comunidades autónomas ahorraron el año pasado 552 millones de
euros con los nuevos tramos del copago farmacéutico que entraron en
vigor en julio. La mayor parte, 384,22 millones, recayó en el bolsillo
de los pensionistas. Los datos, extraídos de un estudio de Antares Consulting para el grupo Cofares
(la principal distribuidora de medicamentos en España), se mencionaron
este miércoles en el Congreso, cuando el portavoz de Sanidad del PSOE, José Martínez Olmos, recriminó a la ministra Ana Mato que los pensionistas estén cargando con gran parte del recorte en gasto farmacéutico.
Asociaciones de mayores y médicos de familia han denunciado en los
últimos meses que muchos pensionistas están renunciando a tratamientos
ante la imposibilidad de afrontar el copago, que para la mayoría de los nueve millones de pensionistas es del 10% del coste de los fármacos
(con un tope de ocho o 18 euros al mes, en función de la renta). Solo
quedan exentos los 500.000 que cobran pensiones no contributivas,
mientras que los 361.000 pensionistas con ingresos superiores a 100.000
euros al año pagan el 60% de sus medicamentos. La consultora Antares ha
hecho una estimación con los datos de gasto farmacéutico que publica el Ministerio de Sanidad y ha puesto cifras al impacto real del copago, una de las medidas estrella de la reforma sanitaria del Gobierno.
Los datos revelan que la aportación del paciente al gasto anual del
Sistema Nacional de Salud (SNS) se ha duplicado. “Si en 2011 el copago
suponía el 5,8% de la factura total del SNS, ahora supone el 11,5%”,
afirma Rafael Borrás, autor del informe. El copago se ha convertido,
según este estudio, en la medida que más ahorro reporta SNS de todas las
implantadas en los últimos años para reducir el gasto en farmacia.
Frente a los 551,9 millones que aportaron los usuarios en 2012 por el
consumo de medicamentos, el impulso de los genéricos y la prescripción
por principio activo aportó 433,4 millones; el sistema de precios
menores, 274,8; y la desfinanciación de fármacos, 107.
“Se habla de rebaja del gasto farmacéutico, pero realmente se gasta
lo mismo, solo que la gente lo tiene que pagar de su bolsillo”, afirma
el portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública,
Marciano Sánchez-Bayle. Su federación publicó en febrero los resultados
de una encuesta realizada a 992 pensionistas de Madrid que ya alertó de
que el 16,82% de los encuestados había dejado de utilizar alguno de los fármacos que tenían prescritos.
De los 384 millones que aportaron entre julio y diciembre del año
pasado los pensionistas, 243,8 millones corrieron a cargo de los que
cobran pensiones inferiores a 18.000 euros al año. Es en esta franja
donde se están concentrando los problemas para pagar los fármacos.
“Miles de pensionistas se encuentran con un dilema: o siguen el
tratamiento o comen”, afirma Luis Martín Pindado, presidente de la Unión Democrática de Pensionistas,
que recuerda que al copago se une a que ya no se financian 426
medicamentos. “La situación es terrible y coincide con que las pensiones
están manteniendo a padres, hijos y nietos en muchas familias”, apunta.
El autor del informe estima que en 2013, con el copago ya en vigor
todo el año, la aportación de los pensionistas se incrementará en otros
500 millones de euros. En el caso de la población activa, con copagos de
entre el 40% y el 60%, el estudio cifra en 734,22 millones lo que
pagaron por recetas el año pasado. En 2011, la aportación fue de 566,5
millones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario