La fiscalía había solicitado una pena de dos años y
seis meses de prisión. Los abogados de los diseñadores anunciaron que
recurrirán la sentencia, lo que suspende la ejecución de la pena.
Ambos estilistas estaban acusados de haber dado el control de varias marcas del grupo a empresas pantalla con sede en Luxemburgo para evadir impuestos en Italia.
Dolce y Gabanna, que cuentan entre sus clientes a estrellas como las
cantantes Madonna y Beyoncé, siempre han rechazado las acusaciones en su
contra.
Los diseñadores están acusados, junto con otras cinco personas, de
haber formado una serie de sociedades pantalla –entre ellas Gado,
acrónimo de sus apellidos– en Luxemburgo en 2004 y 2005 y haberles
cedido el control de al menos dos de sus marcas con el fin de escapar al
fisco italiano, cuando en realidad estas empresas se gestionaban en
Italia.
La fiscal, Laura Pedio, consideró el delito como un “fraude fiscal sofisticado certificado” por “pruebas sólidas como rocas”.
“Los diseñadores participaron activamente en él, firmando contratos
de cesión de marcas”, señaló, y estimó que Gado era “una especie de
nebulosa con la consistencia del gas”.
Otro fiscal, Gaetano Ruta, estimó que “Gado era una construcción artificial cuyo objetivo era obtener una ventaja fiscal que finalmente consiguieron”.
Además de los dos estilistas, la Justicia condenó al hermano de
Domenico Dolce, Alfonso, y a otros tres dirigentes de la firma a penas
inferiores a los dos años excarcelables, y absolvió a un quinto acusado,
Antoine Noella.
En marzo pasado, una instancia civil, la Comisión Tributaria de Milán, había condenado a ambos estilistas a una multa de 343 millones de euros por los mismos motivos, pero Dolce y Gabbana ya recurrieron a la Corte de Casación.
“A mí lo único que me interesa es hacer ropa y nada más. Que hagan y digan lo que quieran”, comentó en ese entonces Gabbana.
Dolce & Gabbana, fundado en 1985, emplea a más de 3.000 personas,
tiene 250 puntos de venta en 40 países y tuvo un volumen de negocios de
cerca de 1.000 millones de euros en el ejercicio 2011/2012. AFP
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