El barrio 23 de
enero es un sólido baluarte de la Revolución Bolivariana. Nombrado
originalmente 2 de diciembre para evocar la fecha de la llegada al poder
del dictador Marcos Pérez Jiménez, sus humildes vecinos decidieron en
1958 rebautizarlo con otra fecha: la de su derrocamiento. Previamente
habían ocupado revolucionariamente miles de departamentos no adjudicados
aún construidos allí por el perezjimenismo
El barrio, habitado
por miles de trabajadores, ha estado en primera línea en los combates
populares de su tiempo: el enfrentamiento a la dictadura, la lucha
armada en los sesentas y setentas, el caracazo (1989), la derrota
del golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez(2002) y el apoyo
más resuelto a su gobierno. Situado al oeste de Caracas, se ubica cerca
del Palacio de Miraflores y dentro de su territorio, en el Cuartel de la
Montaña, reposan los restos del comandante presidente. Allí el
visitante es recibido por los hospitalarios y fervorosos soldados de la
Fuerza Armada Nacional Bolivariana y sus hermanos milicianos del barrio;
juntos lo custodian.
Al 23 de enero voy con Rosalinda Chanagá,
chavista de ley y activista de solidaridad con Cuba. Me presenta a Juan
Contreras, reconocido líder popular y diputado suplente a la Asamblea
Nacional por el Partido Socialista Unido de Venezuela. Juan ha vivido en
el barrio toda la vida y junto a otros compañeros fundó la Coordinadora
Simón Bolívar(CSB), cuyos orígenes se remontan a 1989. Desde entonces
ha impulsado el fortalecimiento del poder local, “basado en la
autogestión y cogestión por la comunidad de los recursos humanos y
materiales y en el protagonismo histórico del pueblo como sujeto
social”.
Como todos los jóvenes de la localidad, a los 13 años
Juan comenzó a sufrir la represión de la policía y otros cuerpos armados
de la Cuarta República(1958-1999). La casa de su madre fue allanada 44
veces. Era delito ser joven entonces, asegura. Los muchachos respondían a
los esbirros a pedradas y botellazos; luego, militantes ya de
organizaciones guerrilleras, con otros proyectiles más efectivos.
La lucha armada revolucionaria es uno de los antecedentes importantes
de la Revolución Bolivariana. A ella se sumaron muchos de los mejores
hijos de Venezuela en las décadas de los sesentas y los setentas. De
ella surgieron muchos cuadros de los partidos de izquierda que luego
engrosaron las filas del chavismo. En ella participaron directamente o
la apoyaron desde las filas miembros de las instituciones castrenses; el
porteñazo y el carupanazo son sublevaciones memorables.
Aunque factores imponderables lo impidieron, veteranos guerrilleros
debían combatir en el alzamiento del teniente coronel Hugo Chávez el 4
de febrero de 1992. Uno de ellos era Juan, quien junto a otros
compañeros del 23 de enero no llegó a recibir su arma. En cambio, sí
participaron en la rebelión militar del 27 de noviembre de ese año.
Los miembros de la CSB fueron perseguidos, encarcelados y torturados
hasta la llegada a la presidencia de Chávez. Al igual que otros vecinos,
varios de ellos murieron por las balas de las fuerzas represivas antes
de 1999 pero también de la contrarrevolución antichavista después de esa
fecha. Con el chavismo, la organización, nacida de la lucha social en
el barrio y la solidaridad con Cuba y otros pueblos del mundo ha vivido
un esplendor. Sus instalaciones ocupan lo que fuera el cuartel de la
policía. Donde antes los vecinos eran apaleados y torturados hoy
funciona la radio comunitaria Al Son del 23, el Club de Abuelos “Freddy
Parra”, un infocentro donde reciben formación digital gratuita los
alumnos de las escuelas del barrio, una Librería del Sur, un Café
Venezuela con excelentes productos a precios módicos, la tienda de
abarrotes “Carlos Vielma” de la red subvencionada del Estado, un club de
ajedrez y un consultorio veterinario. La CSB genera actividades
culturales, deportivas y recreativas que recapturan espacios públicos
ocupados por la delincuencia y se extiende a otros bastiones
revolucionarios en el país con un plan estratégico “estrechamente ligado
al proyecto político de Hugo Chávez”.
Juan asegura que en la
elección presidencial del 14 de abril Nicolás Maduro puede superar la
alta votación obtenida por el chavismo el pasado 7 de octubre. “ Este
pueblo ahora es otro y ya nadie podrá detener su lucha. Hugo Chávez
impulsó una transformación de su conciencia social que no tiene
precedente en nuestra historia”.
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