La fotografía panorámica más larga del mundo no se abarca de un solo vistazo. Mide 39,54 metros y plasma un interminable recorrido de alrededor de tres kilómetros por el centro de Buenos Aires.
En la capital argentina nació, precisamente, su creador, Esteban
Pastorino, que ahora cruza el océano para presentar esta imagen (y otras
más) en la galería Kir Royal Gallery de Valencia.
La exposición 'Instante Aparente', que se puede ver
en Valencia hasta el próximo 1 de mayo, sintetiza en esencia la obra de
Pastorino, un creador que rompe los límites del formato clásico de la
fotografía para investigar sobre todo aquello que el ojo no ve.
Su apuesta por las imágenes panorámicas combina las características de la fotografía y del cine. Su cámara carga, de hecho, películas de 35 milímetros.
La diseñó precisamente para conseguir instantáneas de gran longitud y
de 360 grados. Toda una obra de ingeniería al servicio del arte.
Gracias a ella, el fotógrafo argentino ha conseguido esta panorámica de Guinness, que supera en 9,04 metros el anterior récord mundial.
En su web, Pastorino exhibe con orgullo el certificado que así lo
acredita. Lo recibió hace pocas semanas, en marzo, casi dos años después
de tomar la imagen.
Nuevo récord en ciernes
Probablemente no será el último hito para este singular fotógrafo,
que ya ha pulverizado (todavía de forma oficiosa) su propia marca. Fue
durante la maratón de Nueva York de 2001 cuando realizó la que hasta ahora es su fotografía más larga: 305 metros. El nuevo récord, sin embargo, no cuenta todavía con el beneplácito del Guinness.
'Instante aparente' reúne la última producción de obras de Pastorino que
priorizan la investigación técnica sobre la mirada del fotógrafo. Y es
que sus imágenes representan de modo secuencial un tiempo y un espacio
transcurridos, producto de un proceso óptico-fotográfico que el ojo humano no puede recrear.
La cámara ideada por Pastorino. | E.M.
"Lo que nos presenta es una imagen en natural, sin empalmes, en una toma única, sin post producción, que, además, da la sensación de planisferio.
Una imagen esférica extendida, como si se tratase de un mapamundi",
expone Jorge López, director artístico de Kir Royal Gallery.
Para conseguirlo, el artista monta la cámara sobre un trípode utilizando el movimiento de rotación automático
(es decir, la cámara gira sobre su propio eje). El mecanismo también se
puede instalar sobre vehículos, sincronizando el movimiento del medio
de transporte con el de la película.
Circuito en Buenos Aires
Fue así como se obtuvo la fotografía de Guinness, según relata López:
"Esteban diseñó un circuito de unos tres kilómetros por las grandes
avenidas de Buenos Aires, al que dio dos vueltas. Por eso pueden
identificarse los mismos lugares en instantes distintos".
El método, el proceso, es siempre el mismo. La cámara mueve la
película en su interior mientras el obturador permanece abierto, lo que permite exponer una imagen sin cortes tan larga como la película que se utilice y que registra en una sola imagen tridimensional todo el espacio circundante.
De esta manera, se obtienen fotografías de hasta 40 metros de largo, que permiten observar lo que sucede en el mismo espacio en diferentes momentos anulando la perspectiva central.
Pastorino, entre los fotógrafos más reconocidos del continente americano, muestra, cuestiona y reflexiona sobre los límites de la percepción. Una constante en toda su carrera.
Los retos de Esteban Pastorino
"Esteban se plantea retos constantemente, por lo que sus proyectos
son siempre a largo plazo. Cuando comenzó a trabajar en su serie de
panorámicas, a finales de los 90, estudió el trabajo de un fotógrafo
japonés que hasta entonces ostentaba el récord, y le dio una vuelta de
tuerca. Indagó cómo trabajaba, y diseñó su propia cámara, que además es capaz de tomar fotografías de 360 grados", precisa Jorge López.
Su trabajo anterior también trataba de ofrecer una perspectiva vetada al ojo humano: la vista de pájaro. Para ello, el creador argentino insertó una cámara en una cometa y la elevó por la ciudad, a una altura de 20 ó 25 metros, donde ni siquiera los helicópteros pueden volar. "Las instantáneas parecen maquetas, con sólo un punto central enfocado".
El próximo desafío de Pastorino es la fotografía 3D, pero construida casi de un modo artesanal,
a través de un sistema de lentes y espejos. Sin tecnología digital. Por
eso, el director artístico de Kir Royal destaca el proceso y la
metodología de Pastorino: un fotógrafo, un ingeniero, un artesano, pero
siempre, un artista.
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