La consultora IDC sobre el comportamiento del mercado del PC durante el último mes:
"Basándonos en nuestras últimas proyecciones trimestrales esperábamos
una caída del mercado de un 7,7% en los primeros tres meses de 2013.
Los datos del último mes sugieren sin embargo que veremos una caída de
dos dígitos durante el periodo".
IDC cita varios culpables, entre ellos la época en la que este año se
ha celebrado el año nuevo chino y el menor interés de los gobiernos en
renovar las flotas de ordenadores, pero este patrón empieza a ser
conocido. La venta de PCs se desinflan y caen muy por debajo de lo
pronosticado por estas consultoras, que esperaban un repunte gracias a
Windows 8.
En vez de señalar al culpable obvio, al que no supieron ver, es más
fácil echar la culpa a cualquier elemento externo. Lo cierto es que las
ventas de teléfonos y tabletas se están comiendo al PC. Y es lógico.
Mucha gente compraba un PC porque era la única herramienta que les
permitía estar conectados. Hoy en muchos casos basta con un dispositivo
móvil.
La industria del PC convencional confía en que se trate simplemente
de un periodo de ajuste. A lo mejor una familia tarda en renovar el PC
de casa porque ha decidido comprarse una tableta. Es cierto que un PC es
más versátil y potente que muchas de las soluciones móviles hoy en día
pero no creo que vayamos a ver ese esperado retorno. Quienes han
postergado la compra de un PC probablemente compren una segunda tableta,
más avanzada, en uno o dos años, o consideren que el móvil es
suficiente para sus necesidades.
El PC va camino de convertirse en una herramienta especializada para
ciertos sectores y tipos de usuarios, entre ellos analistas y
periodistas. Se ha producido un curioso efecto. Como para nosotros la
herramienta parecía inadecuada (no tiene teclado, no se puede usar
cómodamente una hoja de cálculo,...) hemos pensado que era inadecuada
para todos. El mercado está mostrándonos trimestre a trimestre lo que
tendría que haber sido evidente.
El futuro no es blanco y negro, por descontado. El PC y las tabletas
están convergiendo en muchos apartados y serán cada vez más parecidos
pero por ahora los intentos de crear un puente entre ambos, como
Windows 8 o los ordenadores "híbridos", han sido un experimento costoso y
de poco éxito. Son ideas que parecen tener los ingredientes para
funcionar pero que se dan de bruces contra el suelo nada más salir al
mercado.
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