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jueves, 21 de febrero de 2013

Orden de alejamiento del Metro de Madrid para el clan de Las Bosnias

El titular del Juzgado de Instrucción número 48 de Madrid ha dictado una novedosa medida cautelar: ha prohibido a las integrantes del conocido clan de carteristas Las Bosnias acercarse a las estaciones de metro. Esta medida, que ya ha sido adoptada por magistrados de Barcelona, se adopta ahora por primera vez en la capital después de que el grupo fuera desarticulado. Se las considera las carteristas más activas y llevan más de 10 años dedicadas a cometer hurtos en las estaciones más frecuentadas por los turistas. Entre las cinco componentes de la banda suman más de 330 detenciones.
La forma de actuar de este grupo era siempre la misma. Se desplazaban desde su lugar de residencia, en Leganés, hasta las estaciones de metro más frecuentadas, donde intentaban no ser detectadas por la policía. Para ello, simulaban ser turistas. Pero no solo les gustaba el metro. También acudían a grandes eventos como partidos de fútbol, conciertos y manifestaciones, donde empleaban diversos métodos para cometer los hurtos.
Los papeles estaban bien definidos y repartidos. La líder y más veterana del grupo es Raifa I., de 30 años, que se encarga de distribuir las zonas de los robos y de marcar a las víctimas. Justo debajo estaba Zahida I., de 36 años, que sustraía las carteras. Las otras tres mujeres se dedicaban a distraer a la víctima o de tapar a su compañera para que nadie las viera.
Uno de ellos es el denominado del tapón. Aprovechaban la subida o bajada de viajeros para hacer una pequeña aglomeración y proceder al robo. Otras veces esperaban a que algún viajero subiera las escaleras y, al ir cargado con el equipaje, descuidaba sus pertenencias. Una vez que tenían la cartera, una de ellas abandonaba el lugar. Utilizaba para ello la denominada muleta (un periódico o una chaqueta). Ya fuera del peligro y en un lugar tranquilo, cogía el dinero y arrojaba la cartera a una papelera o por el hueco del ascensor. Después repartía el dinero entre sus compinches.
El arresto por parte de agentes de la Brigada Móvil de Madrid (dedicada a la vigilancia de trenes, metro y autobuses) se produjo la semana pasada en el metro de Plaza Elíptica, tras varias horas de espera.
En 2006, este diario ya contó cómo actuaban Las Bosnias en un reportaje sobre la Estación Sur de Autobuses, donde se producían un centenar de robos al mes, el 30% de ellos superiores a los 400 euros. Las Bosnias, decía esta pieza, "llegan en grupo, empiezan a montar escándalo, a gritar, y acaban envolviendo a alguien que no puede zafarse. Cuando se quiere dar cuenta, le han limpiado la cartera".
Dos años más tarde, volvía a aparecer esta misma banda en un manual de seguridad de la empresa Prosegur llamado Operativa anticarteristas, en el que se detallaban las técnicas y los tramos del metro con más robos y se dividían a los descuideros por nacionalidades. El documento explicaba que "Las Bosnias se refugian en el metro para cometer sus fechorías", no se muestran violentas, aunque sí es cierto que en ocasiones han sufrido las iras de los rumanos", de los que se vengan con un método particular: si los ven en el vagón "roban una cartera, la tiran a los pies de los rumanos y avisan a la víctima".

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