El titular del Juzgado de Instrucción número 48 de Madrid ha dictado
una novedosa medida cautelar: ha prohibido a las integrantes del
conocido clan de carteristas Las Bosnias acercarse a las estaciones de
metro. Esta medida, que ya ha sido adoptada por magistrados de Barcelona,
se adopta ahora por primera vez en la capital después de que el grupo
fuera desarticulado. Se las considera las carteristas más activas y
llevan más de 10 años dedicadas a cometer hurtos en las estaciones más
frecuentadas por los turistas. Entre las cinco componentes de la banda
suman más de 330 detenciones.

Los papeles estaban bien definidos y repartidos. La líder y más
veterana del grupo es Raifa I., de 30 años, que se encarga de distribuir
las zonas de los robos y de marcar a las víctimas. Justo debajo estaba
Zahida I., de 36 años, que sustraía las carteras. Las otras tres mujeres
se dedicaban a distraer a la víctima o de tapar a su compañera para que
nadie las viera.
Uno de ellos es el denominado del tapón. Aprovechaban la subida o
bajada de viajeros para hacer una pequeña aglomeración y proceder al
robo. Otras veces esperaban a que algún viajero subiera las escaleras y,
al ir cargado con el equipaje, descuidaba sus pertenencias. Una vez que
tenían la cartera, una de ellas abandonaba el lugar. Utilizaba para
ello la denominada muleta (un periódico o una chaqueta). Ya
fuera del peligro y en un lugar tranquilo, cogía el dinero y arrojaba la
cartera a una papelera o por el hueco del ascensor. Después repartía el
dinero entre sus compinches.
El arresto por parte de agentes de la Brigada Móvil de Madrid
(dedicada a la vigilancia de trenes, metro y autobuses) se produjo la
semana pasada en el metro de Plaza Elíptica, tras varias horas de
espera.
En 2006, este diario ya contó cómo actuaban Las Bosnias en un reportaje
sobre la Estación Sur de Autobuses, donde se producían un centenar de
robos al mes, el 30% de ellos superiores a los 400 euros. Las Bosnias,
decía esta pieza, "llegan en grupo, empiezan a montar escándalo, a
gritar, y acaban envolviendo a alguien que no puede zafarse. Cuando se
quiere dar cuenta, le han limpiado la cartera".
Dos años más tarde, volvía a aparecer esta misma banda en un manual de seguridad de la empresa Prosegur llamado Operativa anticarteristas,
en el que se detallaban las técnicas y los tramos del metro con más
robos y se dividían a los descuideros por nacionalidades. El documento
explicaba que "Las Bosnias se refugian en el metro para cometer sus
fechorías", no se muestran violentas, aunque sí es cierto que en
ocasiones han sufrido las iras de los rumanos", de los que se vengan con
un método particular: si los ven en el vagón "roban una cartera, la
tiran a los pies de los rumanos y avisan a la víctima".
No hay comentarios:
Publicar un comentario