David Cameron se ha plegado a las presiones del ala dura del Partido Conservador y prometerá hoy a los británicos la celebración de un referéndum sobre la pertenencia de Gran Bretaña a la Unión Europea.
En su esperado discurso de hoy en Londres, que ha provocado la
inquietud de sus socios europeos y del propio presidente Obama, Cameron
se comprometerá a renegociar las condiciones su país en la UE y a dejar
todo listo para una consulta popular a finales del 2017.
"Ha llegado la hora de que los británicos decidan",
argumentará hoy Cameron, de acuerdo con los extractos de discurso
adelantado a la prensa. "Ha llegado la hora de decidir sobre la cuestión
europea en la política británica".
El referéndum sobre la permanencia en UE será la piedra angular del
manifiesto conservador para las elecciones del 2015, según adelantará
hoy Cameron. En el caso de "renovar" como primer ministro, el líder
conservador se compromete a celebrar una consulta popular en el ecuador
de la nueva legislatura para que el pueblo británico "pueda tener una
simple elección": sí o no a la UE.
El líder de la oposición laborista, Ed Miliband, ha acusado al
"premier" de llevar al país hacia «un precipicio económico» y de estar
allanando el camino a "la salida de UE". El viceprimer
ministro y liberaldemócrata Nick Clegg ha criticado también a su socio
de coalición y ha anticipado que el referéndum "creará incertidumbre y tendrá un efecto negativo sobre el crecimiento y la creación de empleo".
Eurófilos y eurófobos
Un grupo de 25 conservadores históricos y «eurófilos» (entre ellos, Michael Ray Dibdin Heseltine, que propició la caída de Margaret Thatcher) ha escrito una carta urgente al Primer Ministro urgiéndole que dé «una visión positiva de Gran Bretaña en Europa» en su discurso y que no ponga el énfasis en la consulta popular para salir de la UE.Pero Cameron lanzará sin embargo un duro alegato contra la crisis de credibilidad y la falta de democracia en las instituciones europeas y advertirá sobre la creciente animosidad de los ciudadanos.
"Si no queremos afrontar ese reto, existe el peligro de que Europa falle y que el pueblo británico se vea arrastrado a la salida", dirá previsiblemente hoy. «Yo no quiero que eso ocurra. Yo quiero una relación entre la UE y Gran Bretaña que nos permita seguir dentro".
Los conservadores «eurófobos», encabezados por el ex ministro de Defensa Liam Fox, se frotan en cualquier caso las manos: "Vamos a escuchar por fin el discurso que llevamos mucho tiempo esperando".
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