Moscú,
19 dic (PL) Las revoluciones de colores son un producto de importación
cuidadosamente diseñado por tecnólogos occidentales y financiadas desde
el exterior, denunció hoy el secretario del Consejo ruso de Seguridad
Nacional, Nikolai Patrushev, en entrevista concedida a Konsomolskaya
Pravda.
Patrushev advirtió que las autoridades no permitirán importar este
modelo cuyo nombre eufemístico fue acuñado por las grandes cadenas
mediáticas para santificar las movilizaciones políticas que derribaron
gobiernos en los inicios del siglo XXI en el espacio postsoviético.
Los receptores del dinero tienen la obligación de rendir cuenta a sus
clientes foráneos, cumplir su voluntad y sus consejos, que más se
parecen a instrucciones, aclaró el también exjefe del Servicio Federal
de Seguridad (FSB, por sus siglas en ruso).
En sus declaraciones
al diario de amplia circulación, el experto consideró que no hay
premisas en Rusia para una revolución de colores y "no dejaremos
implementar semejantes guiones en nuestro país".
Al referirse a
algunos representantes radicales de la oposición asistémica -no
parlamentaria- observó que intentaron aprovechar la movilización
ciudadana a finales de 2011, tras las elecciones legislativas.
Pretendían quebrantar el orden público y hacer provocaciones, escudándose en la defensa de las libertades civiles, dijo.
Insistió en que los disturbios del pasado 6 de mayo en la plaza
Bolótnaya de Moscú tenían como objetivo quebrantar y desestabilizar la
situación política interna.
Reiteró Patrushev que la seguridad
nacional continuará estable en 2013 a pesar de que los orquestadores de
protestas antigubernamentales y sus patrocinadores no piensan renunciar a
sus planes.
En diversas intervenciones públicas, entre las que
sobresale su reciente mensaje al Consejo Federal, el presidente Vladimir
Putin insistió en la inadmisibilidad de cualquier injerencia extranjera
en los procesos políticos internos del país más extenso del planeta.
No puede ser político en Rusia un activista que recibe por su labor
dinero desde el exterior y, por lo tanto, sirve seguramente a los
intereses ajenos, sostuvo.
En línea con este criterio, la Duma
estatal rusa aprobó con amplio respaldo durante el verano de 2012 una
ley que obliga a las organizaciones no gubernamentales rusas financiadas
desde otros países a registrarse en calidad de agentes extranjeros.
Recientemente, el portavoz del Comité de Investigación de Rusia,
Vladimir Markin, informó que esa comisión comprobó que un grupo de
opositores recibieron financiamiento del diputado georgiano Guivi
Targamadze.
Este legislador preside el Comité de Defensa y
Seguridad del parlamento de Georgia y costeó las acciones ilegales de
los activistas que prepararon disturbios masivos en los inicios de 2012,
aseguró Markin.
Los investigadores obtuvieron pruebas, añadió,
que demuestran que en la primavera del año que concluye se organizaron
viajes de ciudadanos rusos a Lituania para recibir adiestramiento sobre
cómo tomar el poder de acuerdo con el modelo de las revoluciones de
colores.
El comité investigador fue creado a raíz de la
transmisión del documental Anatomía de una protesta, transmitido en
horario estelar por el canal NTV, con imágenes de los preparativos de
las protestas, ampliamente difundidas por las redes mediáticas
occidentales.
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