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sábado, 8 de diciembre de 2012

El matrimonio gay de EEUU, al Supremo

El Tribunal Supremo de Estados Unidos decidirá en junio si el matrimonio entre personas del mismo sexo es constitucional o no. Así, las uniones homosexuales seguirán el mismo camino que el aborto, que fue legalizado por esa misma instancia judicial en 1973.
La clave de la disputa en este caso, es triple. Por un lado está si es constitucional o no la exclusión de las parejas homosexuales de una serie de derechos —como el ser considerados los familiares más cercanos cuando fallece su compañero o compañera, o cobrar pensiones del estado federal, que es equivalente a la Administración central española—.
El segundo caso afecta a la llamada DOMA. Es decir, la Ley de Defensa del Matrimonio, aprobada en 1996 por abrumadora mayoría —y una oposición más bien testimonial de algunos demócratas— y sancionada por Bill Clinton. La Ley establece que una unión en matrimonio es entre un hombre y una mujer. El Gobierno de Obama la sigue poniendo en práctica, pero ha dejado de defenderla en los casos en que ha sido llevada a los tribunales.
En mayo pasado, el presidente de EEUU declaró por primera vez que apoya el matrimonio homosexual, aunque no ha adoptado ninguna medida ni ha hecho ninguna promesa en esa dirección. En la campaña electoral de 2008 solo Hillary Clinton respaldó públicamente el matrimonio entre personas del mismo sexo. Los tribunales de apelación de Nueva York y Massachusetts han declarado la DOMA inconstitucional.
El tercer caso es la Proposición 8 de California. Es una enmienda de la Constitución de ese estado que fue aprobada en 2008 —justo el mismo día en que Obama ganó sus primeras elecciones presidenciales— que también establece que en ese territorio el matrimonio es entre un hombre y una mujer.
Ahora bien, ¿qué va a pasar en el Supremo? El tribunal tiene mayoría conservadora, con 4 miembros claramente alineados con los republicanos (el presidente, John Roberts; Samuel Alito, Antonin Scalia y Clarence Thomas) y otro, Anthony Kennedy, conservador aunque a veces se aliena con los cuatro demócratas (Gingsburg, Breyer, Kagan y Sotomayor). Por de pronto, Saclai, que es un auténtico bocazas, ya ha declarado que piensa votar en contra de cualquier legalización de las uniones de personas del mismo sexo.
El matrimonio homosexual es legal en 9 estados de EEUU y en el Distrito de Columbia, la unidad administrativa que forma la ciudad de Washington. Al principio fue aprobado sobre todo por las acciones de los tribunales de los estados. Pero Nueva York, Maryland, el estado de Washington, el Distrito de Columbia y Maine lo han legalizado bien en referéndum, bien dentro del proceso legislativo normal.
En total, 29 estados han celebrado referéndum para establecer que el matrimonio es solo entre un hombre y una mujer. En 28 de ellos, ha sido aprobado. El primer fracaso de una iniciativa de ese tipo fue el pasado noviembre, cuando Minnesota lo rechazó. Ese mismo día, EEUU elegía a su primer senador abiertamente homosexual: Tammy Bladwin, de Wisconsin.

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