La Policía no encuentra por ninguna parte las entradas de la noche de
Halloween en Madrid Arena. Las autoridades esperaban hallar, en la
inspección ocular realizada con el juez Eduardo López Palop el pasado
martes, una saca con las entradas en las oficinas que Diviertt S.L.
dispuso dos días antes del evento dentro del pabellón.
Los agentes esperaban hallar las entradas allí porque se da por hecho que muchos de los tickets se los quedaron los asistentes y que otros fueron revendidos, pero un buen número los recolectaron y se los quedaron los empleados de la organización, como han declarado decenas de testigos aquella noche.
Sin embargo, la sorpresa fue mayúscula al no aparecer por ningún lado
las entradas, por lo que lo grabado en las cámaras se inspecciona no
sólo para conocer los motivos por los que se produjo la avalancha en la que murieron cuatro jóvenes y otra quedó en estado crítico,
sino para conocer también el destino de las entradas que fueron
requisadas, y no simplemente pasadas por los lectores de códigos de
barras, por parte de los miembros de la organización.
De la misma oficina, de hecho, los agentes se llevaron varios
ordenadores utilizados por los organizadores, pero ni rastro de las
entradas, fundamentales para reconstruir el 'puzzle' de exceso de aforo
en el interior, multitudinario botellón en el exterior y escasos
controles tanto fuera, por parte de la Policía, como dentro por los
operarios.
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