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lunes, 1 de octubre de 2012

Consideran masiva marcha en Francia una advertencia al gobierno

París, 1 oct (PL) Como una severa advertencia al gobierno del presidente francés, François Hollande, consideran hoy diversos analistas la masiva marcha contra los tratados europeos de austeridad efectuada el domingo en esta capital.

  Según un último balance publicado este lunes por los organizadores, fueron cerca de 80 mil los asistentes a la demostración, que durante horas recorrió varias avenidas entre las plazas La Nación e Italia.

A solo cuatro meses y medio de haber ocupado su cargo en el Palacio del Elíseo, Hollande enfrentó la primera gran muestra de rechazo popular a una de sus políticas prioritarias, la ratificación de los acuerdos de austeridad presupuestaria en la zona euro.

"El gobernante cometería un error si considera esta marcha como un episodio de cólera pasajera", señala el editorialista de Le Républicain Lorrein Pierre Fréhel.

Agrega que el presidente despertó los sueños de la población durante su campaña electoral, pero ahora comienza a pagar los costos de una promesa ambigua.

En la contienda, Hollande prometió a sus electores que si se convertía en presidente iba a renegociar los tratados impulsados por su antecesor, Nicolás Sarkozy, y la canciller federal alemana, Ángela Merkel.

A la postre, sin embargo, solo incluyó una cláusula para impulsar la reactivación de la economía en la región y aceptó íntegro el resto del texto.

Este martes, la Asamblea Nacional francesa comenzará el proceso para ratificar esos instrumentos, denunciados por los manifestantes como causantes de desempleo, pobreza, aumento del costo de la vida y recesión económica.

También en octubre el parlamento deberá aprobar el presupuesto de la nación para 2013, el cual contiene rigurosas medidas de ajuste por 30 mil millones de euros, 10 mil de ellos en recortes del gasto social.

De acuerdo con el analista Nicolás Demorand, durante la movilización, decenas de miles de personas dijeron no a las políticas gubernamentales, motivadas por un creciente sentimiento de frustración.

Mientras, Pascal Coquis asegura que para el jefe de Estado es el peor de los escenarios. "Él, que pretendía simbolizar el cambio, encarna ahora para una parte de su electorado y sus mismas bases una especie de continuidad del anterior gobierno".

Los franceses volverán de nuevo a las calles el próximo 8 de octubre, cuando París acogerá una gran manifestación europea contra los tratados de rigor presupuestario.

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