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sábado, 22 de septiembre de 2012

Adelson, con la ley en los talones

Cuando en diciembre de 2010 las autoridades de Macao decidieron lanzar una redada contra la prostitución, el jefe de la policía judicial Chan King-Hong no dudó a qué puerta llamar. Sus agentes irrumpieron en The Venetian, el mayor casino del mundo y uno de los cuatro que regenta Sheldon Adelson en la ciudad, y detuvieron a un centenar de meretrices y 22 proxenetas. "Las mujeres pagaban a los chulos por el derecho a buscar clientes en el complejo", según fuentes de la investigación.
La acusación de que Adelson promueve la prostitución en sus casinos es, dos años después, una entre las muchas que hacen que el promotor de Eurovegas viva con la ley en los talones. Ejecutivos que trabajaron con el presidente de Las Vegas Sands Corporation han revelado a ELMUNDO.es numerosas irregularidades supuestamente cometidas por "un empresario dispuesto a todo para avanzar sus negocios", en palabras de uno de sus ex colaboradores.
Las denuncias, realizadas bajo la condición del anonimato, coinciden en parte con alegaciones realizadas ante la justicia estadounidense por Steven Jacobs, antigua mano derecha de Adelson y su ex consejero delegado en China Sands, el brazo asiático del imperio del magnate. Jacobs, destituido en julio de 2010, acusa a su ex jefe de organizar "la estrategia" para facilitar el comercio sexual dentro de sus propiedades, investigar a funcionarios de Macao que no se plegaban a sus exigencias y hacer desaparecer documentos comprometedores sobre sus actividades.

Ochocientas mesas, metro a metro

Uno de los antiguos directivos de China Sands, que ocupó un puesto de responsabilidad en la expansión de la empresa en esta antigua colonia portuguesa, describe el estilo de gestión de Adelson con una anécdota. El presidente de Las Vegas Sands Corporation se presentó en The Venetian con una cinta métrica y comenzó a calcular la distancia entre las mesas de juego (el casino tiene 800). "Enfureció al ver que dos mesas estaban más separadas de lo que debían", explica el ex directivo. "Ordenó que el responsable del área fuera despedido y sus guardaespaldas lo expulsaron de la propiedad".
Adelson, que creció en un ambiente humilde y a sus 79 años ha conseguido levantar una de las 25 mayores fortunas del mundo, ha despedido a decenas de directivos de sus casinos de Macao. Algunos de ellos aseguran que sus maneras autoritarias despiertan temor incluso entre los asesores más veteranos, que no se atreven a discrepar de directrices de dudosa legalidad.
Sands Corporation obtuvo el año pasado beneficios cercanos a los 1.000 millones de euros
Los casinos del rey internacional del juego le reportan grandes beneficios en Macao, donde solo The Venetian genera tantos ingresos como todo el Strip de Las Vegas. Una sus mayores propiedades en el enclave, sin embargo, permanece vacía y con las luces apagadas. Se trata de las Residencias Four Seasons, que Adelson pretendía vender a tres millones de dólares la unidad junto a The Venetian Macao. ¿El problema? Solo tenía permiso para levantar un hotel, no apartamentos.

Conexiones influyentes

Las quejas de operadores de casinos de la competencia obligaron a paralizar la venta y llevaron a la compañía a contratar al abogado Leonel Alves, que trabajaba como abogado para el Gobierno de Macao y tenía acceso a los pasillos del poder en Pekín. El intermediario utilizó sus conexiones en el régimen comunista chino y prometió solucionar los problemas de Sands Corporation a cambio de 300 millones de dólares (230 millones de euros), según un correo electrónico obtenido por ProPublica. "Lo que piden [funcionarios chinos] es extremadamente caro", explica Alves en su mensaje, sugiriendo que el pago podrían conseguir la "autorización para vender los apartamentos del Four Seasons y otros".
El correo electrónico fue enviado a Steven Jacobs, el entonces consejero delegado de Sands China, que según su versión entró en conflicto con Adelson al oponerse a las actividades de Alves. Jacobs fue despedido abruptamente poco después y, al estilo Adelson, "acompañado no ya fuera de las oficinas de la empresa, sino hasta el muelle donde se le invitó a coger un barco y abandonar Macao".
No hay ninguna evidencia de que los 300 millones de dólares llegaran a entregarse, pero el intermediario en la operación cobró al menos medio millón de euros por sus servicios, una cantidad que ahora es parte de una investigación federal en EEUU sobre el posible soborno de funcionarios chinos. "Las relaciones de Adelson con las autoridades de Pekín y Macao se habían deteriorado", explica uno de los ex directivos del empresario de Boston. "Alves debía repararlas y, en parte, lo consiguió ganando para Sands una relación más estrecha con Pekín".

Intercambio de favores

Documentos obtenidos por ProPublica y reproducidos por 'The New York Times' indican que existió un intercambio de favores. Adelson es uno de los principales donantes del partido republicano en EEUU y ha comprometiendo más de 100 millones de dólares a ayudar a Mitt Rommey a derrotar a Barack Obama en las elecciones presidenciales de noviembre. Una de las contrapartidas ofrecidas por Adelson habría sido utilizar sus conexiones en Washington para suavizar las críticas contra China por abusos de Derechos Humanos.
Vista del casino y hotel The Sands, en Macao. | Reuters
Vista del casino y hotel The Sands, en Macao. | Reuters
Las relaciones entre Adelson y el Gobierno chino son de vital importancia para los resultados de Sands Corporation, que el año pasado obtuvo beneficios cercanos a los 1.000 millones de euros. Pekín fija las condiciones por las que sus ciudadanos y principales clientes de los casinos de Macao pueden entrar en el territorio, que disfruta de autonomía desde que Portugal devolvió su soberanía a Pekín en 2009. Cada vez que se propaga un rumor de que Pekín podría imponer restricciones de entrada en el enclave, las acciones de Sands Corporation y Sands China, su delegación asiática, se hunden en Bolsa. Y al contrario: el reciente anuncio de que más jugadores chinos podrían entrar de forma individual en Macao -en 2011 lo hicieron 16 millones- hizo subir el valor de la compañía.
Mientras las acusaciones sobre Adelson y sus empresas crecen -la última apunta a que pudo permitir a un empresario relacionado con el crimen organizado transferir crédito de uno de sus casinos en Las Vegas a otro de Macao-, el magnate se defiende atribuyendo todas las informaciones a la venganza de su ex empleado Steven Jacobs. Sands Corporation ha descrito como especialmente inaceptables las sospechas sobre comercio sexual en sus casinos, recordando que "el señor Adelson considera la prostitución moralmente aberrante".

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