En cada elección presidencial siempre se cuelan temas considerados menores que ponen la nota de color a la contienda por la Casa Blanca. Y California tendrá el suyo propio y posiblemente uno de los más comentados a nivel nacional por ser una causa polémica, espinosa y con un punto de morbo. Se trata del uso de los preservativos en los rodajes de las películas pornográficas, una medida aprobada por el consejo de Los Ángeles hace unos meses y que ahora será votada para implementarse en el resto del condado.
Es una iniciativa histórica para los colectivos que luchan contra la propagación del virus del sida, como la AIDS Healthcare Foundation, que recogió 370.000 firmas para hacer posible la votación.
"Hoy es un día histórico", dijo Michael Weinstein, presidente de esa asociación, en un comunicado. "Esperamos poder educar al público sobre los temas que se están discutiendo en esta medida. Nadie debería contraer una enfermedad incurable como parte de su rutina de ir a trabajar".
Cintas menos atractivas
Se enfrentan a una industria que rechaza de plano el uso de condones en los rodajes por hacer las cintas menos atractivas para el público, una industria que mueve millones de dólares y que lleva décadas asentada en el Valle de San Fernando del sur de California.
Cuando la ciudad de Los Angeles aprobó la medida en enero, varias de las empresas más importantes del sector amenazaron con abandonar la ciudad, aunque la dificultad de las autoridades para implementarlo de forma oficial y establecer controles han relajado el ambiente.
Según fuentes de la industria citadas por 'Los Angeles Times', poco han cambiado los rodajes desde entonces, lo que hace pensar que la votación en noviembre tampoco alterará demasiado el panorama.
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