Bagdad, 23 jun (PL) Irak advirtió hoy del peligro de regionalización del conflicto sirio, mientras Arabia Saudita ofreció pagar salarios a opositores armados para estimular deserciones, días antes de que la Liga Árabe acoja una reunión de contrarios a Damasco.
El ministro de Relaciones Exteriores iraquí, Hoshyar Zebari, insistió en que su país tiene un rol en el futuro de Siria y, por lo mismo, le inquieta que se propague la espiral de violencia de la vecina nación a través de los más de 600 kilómetros de frontera común.
Nuestra principal preocupación es que desborde la crisis a países vecinos, y ningún país está inmune de esa propagación debido a la composición de las sociedades ... las conexiones y las dimensiones étnico-sectarias, subrayó Zebari.
De acuerdo con el canciller, "si el conflicto se convierte en guerra civil o sectaria a gran escala, Irak y el Líbano se afectarían, Jordania tampoco estará inmune y ese podría ser el caso de Turquía", que vive otro diferendo con Siria por el derribo de un avión militar.
Zebari, cuyo país tiene la presidencia rotativa de la Liga Árabe, señaló que "no deseamos ver imperar el caos en la región ni en los vecinos y, por eso, Irak debe pronunciarse sobre lo que va a pasar en Siria. Ningún país puede ignorar o eludir a Irak en ese sentido".
Las autoridades de Bagdad dicen tener indicios de que el conflicto tendrá impacto más allá de Siria, por ser una cuestión de seguridad para Europa y una preocupación interregional, por lo que defienden en Damasco a una transición política "calculada y democrática".
En una posición diametralmente opuesta y hostil al presidente sirio, Bashar Al-Assad, el gobierno de Arabia Saudita mostró disposición a pagar salarios a insurgentes del llamado Ejército Libre Sirio (ELS), a fin de estimular deserciones masivas en las fuerzas gubernamentales.
Según un reporte de medios de difusión occidentales recogido por periódicos de Medio Oriente, el reino wahabita haría los desembolsos en dólares o euros, lo que significaría elevar los sueldos, pues la libra siria se ha devaluado como consecuencia de más de 15 meses de revueltas.
Las fuentes indicaron que esa idea se la propusieron en mayo pasado, por primera vez, funcionarios árabes a las autoridades sauditas, y ya fue discutida con representantes de Estados Unidos, al igual que se logró que Turquía aceptara instaurar un comando central opositor en Estambul.
Ese comando se encargaría de coordinar el suministro de armas a los sublevados contra Damasco, añadió la información.
Asimismo, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil El-Arabi, confirmó que el 2 y 3 de julio sesionará en El Cairo un encuentro de grupos opositores a Al-Assad con el alegado fin de tratar de impulsar un diálogo nacional y discutir una solución política a la crisis siria.
El-Arabi, que describió como desastre" la situación en el referido país, remarcó que ninguna resolución de la organización regional incluye medidas relativas a suministrar armas a los miembros del ELS.
El ministro de Relaciones Exteriores iraquí, Hoshyar Zebari, insistió en que su país tiene un rol en el futuro de Siria y, por lo mismo, le inquieta que se propague la espiral de violencia de la vecina nación a través de los más de 600 kilómetros de frontera común.
Nuestra principal preocupación es que desborde la crisis a países vecinos, y ningún país está inmune de esa propagación debido a la composición de las sociedades ... las conexiones y las dimensiones étnico-sectarias, subrayó Zebari.
De acuerdo con el canciller, "si el conflicto se convierte en guerra civil o sectaria a gran escala, Irak y el Líbano se afectarían, Jordania tampoco estará inmune y ese podría ser el caso de Turquía", que vive otro diferendo con Siria por el derribo de un avión militar.
Zebari, cuyo país tiene la presidencia rotativa de la Liga Árabe, señaló que "no deseamos ver imperar el caos en la región ni en los vecinos y, por eso, Irak debe pronunciarse sobre lo que va a pasar en Siria. Ningún país puede ignorar o eludir a Irak en ese sentido".
Las autoridades de Bagdad dicen tener indicios de que el conflicto tendrá impacto más allá de Siria, por ser una cuestión de seguridad para Europa y una preocupación interregional, por lo que defienden en Damasco a una transición política "calculada y democrática".
En una posición diametralmente opuesta y hostil al presidente sirio, Bashar Al-Assad, el gobierno de Arabia Saudita mostró disposición a pagar salarios a insurgentes del llamado Ejército Libre Sirio (ELS), a fin de estimular deserciones masivas en las fuerzas gubernamentales.
Según un reporte de medios de difusión occidentales recogido por periódicos de Medio Oriente, el reino wahabita haría los desembolsos en dólares o euros, lo que significaría elevar los sueldos, pues la libra siria se ha devaluado como consecuencia de más de 15 meses de revueltas.
Las fuentes indicaron que esa idea se la propusieron en mayo pasado, por primera vez, funcionarios árabes a las autoridades sauditas, y ya fue discutida con representantes de Estados Unidos, al igual que se logró que Turquía aceptara instaurar un comando central opositor en Estambul.
Ese comando se encargaría de coordinar el suministro de armas a los sublevados contra Damasco, añadió la información.
Asimismo, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil El-Arabi, confirmó que el 2 y 3 de julio sesionará en El Cairo un encuentro de grupos opositores a Al-Assad con el alegado fin de tratar de impulsar un diálogo nacional y discutir una solución política a la crisis siria.
El-Arabi, que describió como desastre" la situación en el referido país, remarcó que ninguna resolución de la organización regional incluye medidas relativas a suministrar armas a los miembros del ELS.
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