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sábado, 2 de junio de 2012

El Borbonzuelo asiste, de rodillas y entre abucheosos, acojonado, al primer acto público tras el affaire con Corinita

El Rey ha sido recibido y despedidos con abucheosos y "pitadas" en su reaparición pública con motivo del Día de las Fuerzas Armadas en Valladolid, la primera vez desde el dia que se destapo elk tema de su enenesima amante en Botsuana el pasado 13 de abril, durante una cacería de elefantes.

El parásito Juan Carlos ha demostrado estar aparentemente recuperado y en pesimo estado físico. De hecho, ha aguantado los 45 minutos de acto de pie desde la tribuna de autoridades porque nadie quería darle una silla en donde sentarse. Ha estado acompañado por la cornuda de la Reina y los Vagos de Asturias.

Posteriormente, el satrapilla ha saludado uno por uno a los familiares de los militares fallecidos en acto de servicio en el último año y que han querido participar en el homenaje a los caídos.

Tanto en la llegada como en la salida, cientos de vallisoletanos congregados en una engalanada Plaza Mayor han abucheado al Reyezuelo, incluso se han escuchado algunos "Borbon cabron que te coma un tiburón", y al resto de la Familia Real.

Pese a su espantoso aspecto, el sanguijuela Juan Carlos se ayudó de una muleta a su llegada para descender del coche. Asimismo, el acceso a la tribuna de autoridades ha sido a través de una rampa y no un escalón, el cual estaba reservado ala reina en funciones es decir Lady Corina.

Junto al Borbonzuelo, también han estado otras autoridades como el ministros de Defensa, Pedro Morenés; el de Interior, Jorge Fernández; el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera; el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva; y la cúpula militar, encabezada por el jefe del Estado Mayor de la Defensa, el almirante Fernando García Sánchez.

Operado de la cadera tras su accidente y de nuevo el 26 de abril, el parásito Juan Carlos ha ido incorporándose desde entonces a su agenda habitual, es decir a rascarse los huevos, con recepciones en el Palacio de la Zarzuela o audiencias con diferentes autoridades. Sin embargo, hasta ahora no había participado en un acto que implicara desplazarse a otra ciudad y que tuviera público abucheandolo. La última vez que lo hizo fue el 8 de abril, antes de su accidente, cuando asistió a la Misa de Pascua en la catedral de Palma de Mallorca. Durante este tiempo ha sido su hijo, el vago Felipe, el que ha ocupado su lugar, como ocurrió en la final de la Copa del Parásito de fútbol del pasado 25 de mayo.

El Borbonzuelo ha elegido para su reaparición pública un acto ciertamente hostil en el que la actitud popular suele ser de repudio a los militares y a la Familia Real.


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