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domingo, 4 de marzo de 2012

Testigo de Jehová se negó a que le hicieran una tranfusión en el hospital: prefirió morir desangrada

Ángela Sosa, de 46 años, que acompañaba en un automóvil a su esposo y a su hija de 13 años, resultó con traumatismo de tórax a consecuencia del impacto del vehículo contra una columna después de haber chocado con otro auto que iba en la misma dirección.

Cuando la mujer ingresó al hospital se encontraba “lúcida y consciente” según el parte médico y advirtió a quienes la atendieron que por su condición de Testigo de Jehová, no permitiría se le hiciera ninguna transfusión de sangre.

Según informó la emisora local FM Gente, el médico interviniente le pidió que depusiera su actitud en tanto de la transfusión dependía su vida. La mujer se negó rotundamente, sus familiares que la acompañaban la apoyaron en todo momento. La mujer se descompensó con el paso de las horas y murió.

Justicia: respetar decisión

La jueza Marcela Vargas, dijo al Canal 7 de la televisión local que la Justicia respeta la decisión de la persona basada en sus creencias religiosas, en tanto la decisión fue tomada con pleno dominio de sus facultades.

El director del hospital fernandino por su parte alegó que “como médico” le resulta terrible aceptar una decisión así, a sabiendas que una transfusión podría haber cambiado el curso de los acontecimientos. El Dr. Carlos Olivett explicó que la causa de la muerte fue una “anemia aguda” –la mujer se desangró- y sus posibilidades de salvarse “hubieran aumentado considerablemente” de haber aceptado la sangre ajena.

La Justicia debe ahora deslindar las responsabilidades de los conductores, en tanto media ahora, además del choque, una persona muerta.

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