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domingo, 29 de enero de 2012

El efecto 'Robin Hood' detrás de la tormenta del siglo

Los daños causados por el violento temporal que sacudió la costa catalana el 26 de diciembre de 2008 fueron terribles, no en vano fue el más extremo en los últimos 30 años en el Mediterráneo noroccidental. Ahora, sin embargo, un estudio ha puesto de manifiesto los beneficios que paradójicamente generó este fenómeno natural en el fondo marino, al trasladar de forma abrupta materia y energía en lo que se ha denominado como 'efecto Robin Hood'.

"El temporal perjudicó a los ecosistemas costeros, más ricos, pero benefició a los más pobres, que están a miles de metros de profundidad", concluye Miquel Canals, el jefe del GRC Geociències Marines de la Universitat de Barcelona.

El trabajo, publicado en el PLoS ONE, es el resultado de una investigación centrada en la tormenta del día de San Esteban de 2008, en que los fuertes vientos que soplaban desde el golfo de Génova hasta el litoral catalán generaron olas de hasta 14 metros en un episodio excepcional que se calcula que se produce una vez cada 125 años. El fenómeno en sí aceleró todos los processos de erosión y transporte de sedimentos desde la costa hasta las profundidades marines, con lo que facilitó el transporte de grandes cantidades de carbono orgánico a los ecosistemes marinos.

Los efectos sobre muchas comunidades biológicas de la costa, por contra, fueron catastróficos, como lo demuestra el grave daño que sufrieron los bosques submarinos de posidonia. La coautora del artículo, Anna Sánchez-Vidal, también de Geociències Marines de Universitat de Barcelona, destaca que el volumen de sedimentos erosionados "provocó una inyección masiva” del carbono orgánico marino "a través de los cañones submarinos".

Los expertos han comparado diversos indicadores geoquímicos y sedimentológicos antes, durante y después del temporal, a partir de muestras obtenidas en trampas de partículas instaladas por el GRC Geocienciències Marines en la zona del cañón submarino de Blanes.

Aún quedan muchas incógnitas sobre el impacto de los fenómenos naturales extremos sobre los fondos marinos. "La idea de que las grandes profundidades marinas son regiones permanentemente en calma es falsa", detalla Miquel Canals, "hay una potente conexión entre los fenómenos atmosféricos y la transferencia de materia y energia hacia los fondos marinos, con impactos más fuertes de lo que se podría imaginar".

En el estudio también han participado los expertos Galderic Lastras, Rut Pedrosa, Bernat Hereu y Javier Romero, de la UB; Melisa Menéndez y Raúl Medina (Universidad de Cantabria); Joan B. Company (ICM-CSIC), i Teresa Alcoverro (CEAB-CSIC).

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